“Wrath Of The Druids” (La ira de los druidas) es el primero de los DLC de Assassins Creed Valhalla que llegan después del estreno del juego, basados en la historia principal, pero no siguiendo ninguna línea de la historia en particular ni buscando llenar algún vacío que haya quedado en el relato de la campaña.
En “Wrath Of The Druids”, Eivor recibe una carta de su primo Barid, en la que le pide verla de nuevo, ya que se transformará en rey de Dublín, una importante ciudad portuaria de Irlanda. Al llegar ahí, Eivor se entera de que Barid busca proteger su corona al asegurar la confianza de Flann Sinna, quien está próximo a convertirse en rey supremo de Irlanda, un hombre que desea unir al país entero, ya sean católicos o druidas, bajo su mando. Eivor acepta ayudar a su primo, haciendo también equipo con el perspicaz líder económico Azar, para aumentar el capital financiero de Dublín y también trabajando con la misteriosa poetisa Ciara, para detener a los Hijos de Danu, un culto centrado en preservar a los druidas, destruyendo a los líderes católicos de Irlanda.
Como mencionara anteriormente, esta no es una historia que encaja en la historia principal del juego. El nivel recomendado para jugarla es de 55, por lo que mi recomendación es jugarla cuando se esté en medio de la campaña principal, como una forma de fortalecer a tu personaje, ya que, de hacerla al final de todo, sentirás que ese personaje que ves en el DLC, no es el mismo que se fue desarrollando a lo largo de la historia.
Quizás el personaje más interesante es Ciara. Durante el DLC tienes que pasar mucho tiempo con ella y vas aprendiendo por qué ella, al ser un druida, decide hacer alianza con un rey católico como Flann. Ella y Eivor tienen mucha historia en común, en la forma en que crecieron y sus motivaciones en la vida. También, la mejor música viene desde Ciara, quien, en un punto del juego, entretiene a Eivor y a los otros personajes con bellas canciones.
“Wrath Of The Druids” trae dos elementos en el gameplay que no están en la campaña principal, los trading post y las royal demands, ambos tomados de juegos anteriores de la saga, pero que no habían aparecido en esta nueva etapa de RPG de mundo abierto. Ambas sub-misiones tienen el objetivo de ayudarte a obtener recursos para que Azar mejore las rutas comerciales de Dublín. También te ayudarán a desbloquear más rápido nuevas armaduras y skins relacionados con el DLC.
El combate es bastante satisfactorio. Los nuevos enemigos, los druidas, presentan un interesante desafío, ya que tienen la habilidad de convertirse en nuevas y poderosas formas, las cuales son más agresivas y lanzan fuertes ataques durante el combate. Más allá de saber cómo derrotarlos, hay que aprender también cómo evitar que se transformen, o incluso, buscar evitar entrar en combate con ellos del todo.
Si aún estás jugando Valhalla, este DLC te ayudará a conseguir excelentes y necesarias mejoras a tu personaje, además de una gran cantidad de loot y habilidades de combate. Al adentrarse en “Wrath Of The Druids”, hay que tomarla como una mini historia en sí misma que no se conecta mucho con la historia principal y que sirve de una buena distracción si te está costando mucho subir de nivel o estás atascado en un boss fight que simplemente no te deja avanzar. Si ya lo terminaste, este juego te recordará por qué amamos Valhalla y quizás te haga volver a sacar todas esas misiones secundarias y desafíos que dejaste pasar.