“Crash Bandicoot 4: It’s about time” ha aterrizado por fin para las consolas de la nueva generación y también para Nintendo Switch, ampliando aún más el espectro de formatos y llegada de este increíble juego que viene a reivindicar la saga.
Obviamente no podemos comparar la experiencia de juego de Crash Bandicoot con PS4, donde hicimos una reseña al momento de su lanzamiento, con el gameplay que nos entrega la Switch, pero lo primero a destacar es que el juego corre casi tan bien en Switch como en PS4. En el modo Dock, puedes fácilmente llegar a los 720p y en modo handheld baja un poco, llegando a los 540p.
Hay varios efectos de luz y de partículas, además de otros detalles que no están en esta versión para la Nintendo Switch, pero aún mantiene ese increíble look Crash y se siente igual de genial. Quizás la mejor ventaja que tiene la Switch es que te permite llevar el juego a todos lados, como una consola portátil y al final del día, esa es la mejor forma de disfrutar un buen platformer como Crash Bandicoot.
A pesar de las múltiples reducciones y cortes que tuvo que sufrir el juego para adaptarse a las limitadas condiciones de la Switch, en términos simples, no hace una mayor diferencia y la adaptación se siente propia de la consola. Obviamente, si ponemos pantallazos comparativos de la PS4 versus la Switch, veremos diferencias reconocibles, pero, en mi opinión, si se juega sólo por cómo se ve y no por el gameplay, entonces estamos mal enfocados como jugadores.
“Crash Bandicoot 4: It’s about time” llega a engrosar la debilitada biblioteca de la Switch con más títulos de desarrolladores externos, a los que se unirá en las próximas semanas “Tony Hawk 1+2”, por lo que esos viajes en metro serán un poco más soportables gracias a ellos.