Desde el 18 octubre del 2019 que el término “marcha” ha cambiado totalmente de significado y connotación, esto gracias a que Chile no es el mismo país que era el 17 de octubre del 2019 y esperemos que no vuelva a serlo. Si antes, las marchas eran las que ya conocíamos, en las mismas fechas, Marzo la marcha feminista, Mayo los trabajadores, durante el invierno los estudiantes y el 11 de septiembre el aniversario del Golpe Militar, éstas, a pesar de la importancia de sus fechas, se llevaban a cabo casi de manera automática.
Ahora, que vivimos en una época de transición política y social importante, mientras exigimos que las cosas cambien de manera tangente y que la vieja política de siempre se renueve, la historiadora y candidata a constituyente, María José Cumplido, nos recuerda en su libro “Las 10 marchas que cambiaron Chile”, el por qué de la lucha social, los temas que se han puesto sobre la mesa y las consecuencias de estas revueltas.
Comenzando cronológicamente, con el Levantamiento Mapuche de 1881 y finalizando con las Protestas Estudiantiles de 2006 a 2011, tenemos un mapa completo del Chile que está muy lejos de ser el Paraíso, Oasis o Jaguares con los que nos hemos auto-definido para hacernos sentir menos tercermundistas entre los tercermundistas, cuando la realidad es que seguimos siendo una sociedad diametralmente desigual y dominada por unos pocos que controlan el poder político y económico.
Quizás lo más importante de este libro, es que es netamente histórico, con poca editorial subjetiva, aunque sí destacando las injusticias y violaciones que desataron cada levantamiento, marcha y protesta en él descritas. Cumplido logra mantener el relato objetivo, dejando que sean los mismos hechos, decantados por el paso del tiempo, los que nos hagan entender porque fue necesario decir basta.
En tiempos en que las marchas han sido muy demonizadas por ciertos sectores, catalogadas como violencia sin sentido y destrucción de nuestra “querida ciudad”, “Las 10 marchas que cambiaron Chile” de María José Cumplido es un libro que todos debemos leer, para no hacer realidad la conocida frase de George Santayana: “Los pueblos que no conocen su historia están condenados a repetirla”