Describir este juego es extremadamente fácil y difícil a la vez, y haré mi mejor intento. Vamos por lo fácil primero: es un juego de puzzles usando un engine de físicas muy simple con un reto que va gradualmente incrementando. Lo complejo, es que este pequeño indie te adentra en un mundo entre capitalistas y comunistas distópico que tiene una narrativa muy interesante.
Poco es mucho, pero no siempre
Este juego comienza siendo súper simple: mueves un dron en un espacio 2D para ir uniendo piezas de distintos módulos espaciales. Estas piezas tienen uniones de distintos colores (que tienes que hacer el match) y tienes que armar el pieza completa con el menor daño posible dado que técnicamente le estás dando cabezasos. Puedes usar, limitadamente, un imán justo en los conectores con colores para arrastrar piezas, pero no puedes abusar de este.
Lamentablemente, después de un rato el juego SÓLO se trata de eso, y si bien algunos power ups y bonus (incluso castigos) hacen del gameplay algo distinto, no es TAN distinto. Se queda pegado, y a diferencia de juegos como Tetris que si bien están haciendo siempre la misma huevada, hasta el día de hoy Tetris es considerado el juego perfecto.
Entre misiones podrás explorar más de la trama, tendrás que interactuar con distintos personajes y si bien no es que den mucho entre misiones, algunas acciones dentro de ellas abrirán diálogos especiales o incluse nuevas ramas de la trama. Ah, y siempre acuérdate de comer tus raciones…
La otra mitad del gameplay
Ok, si algunas vez jugaste Catherine esto hará mucho sentido: si bien el core del juego es siempre lo mismo y puede aburrir después de algunas horas, lo que me dejaba pegado jugando Kosmokrats fue la trama y los distintos caminos posibles de narrativas que tus acciones y decisiones, EN LAS MISIONES, abren. Amé el trabajo de script y el cuidado en hacernos ver este mundo distópico de la carrera espacial entre USA y USSR.
Honestamente, no quiero spoilear, pero me gustó mucho como fallar una misión o hacerlas sin los objetivos opcionales no es que te hagan repetir la misión por que sí, sino que afectan lo recursos de tu base principal, o como es que se te muera alguien podría afectar cuantas bocas tienes que alimentar. Son estos tipos de detalles que le dan dimensiones distintas al juego y que le agregan mucho valor.
Es un buen indie
Kosmokrats es difícil de recomendar sólo por su gameplay: honestamente le falta algo de trabajo, pero la trama y mecánicas fuera de los puzzles le dan una alma al juego, peso y sustancia. Amé la trama y sus posibles ramificaciones, el comer una papa o no, rescatar a alguien o no, respetar a Yuri o no! Tonteras así, muestran que hay mucho esfuerzo en ese tipo de cosas. Creo que hubieran enfocado algo de esos recursos al gameplay en sí tendríamos un excelente balance.
Si quieres una experiencia distinta, y si quieres relajarte un rato y amas a la madre Rusia, este juego es una compra fácil. Sólo cuesta USD 15, y creo que es un muy buen precio para lo que recibes. до свида́ния!