Hades es la nueva apuesta de Supergiant Games, un “rogue-lite” bien interesante que me recuerda mucho al Diablo original cruzado con Dead Cells. Tu objetivo es escapar del inframundo teniendo que sobrevivir varias encuentros y jefes, y cada vez que pierdes, tienes que empezar de nuevo, pero no totalmente de cero.
Conoce al hijo de Hades
Interesantemente, tu controlas a Zagreus, hijo del dios griego Hades (en la mitología griega no está claro quien es el verdadero padre de Zagreus) quien se revela contra su padre tratando de escapar del inframundo. Digo interesante por que hasta hoy no tenía ni la más puta idea de quien era Zagreus, pudiendo haber elegido cualquier otra pobre alma o candidato. No obstante, este personaje empezará a ganar tu cariño gracias a su carisma e increíble voice acting que hay detrás. Dado que cada vez que falles y vuelvas al palacio de Hades, el dueño de casa te recibirá con un tono bien irónico, ese carisma que menciono hace que estos diálogos sean un deleite.
Eso, en un nivel mega comprimido, es el juego en resumen, pero hay TANTO más que eso. Comenzando por el palacio que mencioné, pues será tu fuente de información e interacciones. Cada muerte en el juego se compensa con todo lo nuevo que puedes hacer en el palacio y se convierte de alguna forma en algo que es un premio para el jugador. Este mecánica me recuerda mucho a Dark Souls, pues la muerte es parte del juego y está explicada por la trama. A su vez, dependiendo de tu avance, vas desbloqueando ciertos diálogos especiales, así como áreas, armas para combatir y personajes nuevos con quien compartir.
En cualquier rogue-like/lite, el comienzo o tu lugar de renacimiento es también donde puedes ganar habilidades activas y pasivas permanentes que harán de tu avance algo más fácil. El palacio ofrece justamente eso, y cada vez que recomiences tu aventura podrás evaluar que mejorar o bien si tu elección de arma fue la adecuada. Ahora bien, algo que me gustó bastante es que ninguna de estas habilidades (al menos en las 20+ horas que llevo jugando) es un bono de daño o defensa puro, por tanto el juego no se torna más fácil o accesible por que revientas enemigos de manera más rápida, sino que vas realmente aprendiendo a jugar mejor con Zagreus, con las distintas posibilidades de ataque que vas encontrando, así como la mecánica de los power-ups y combos especiales con la arma que elijas.
Cada intento es una aventura distinta
No estoy diciendo nada nuevo con esto, los rogue-like/lite se caracterizan por hacer de esta mecánica algo clásico: cada muerte hace que el mapa se vea modificado así que los premios y tipos de enemigos van rotando. Lo que sí es interesante es que SON estos premios: cada “familiar” tuyo, miembro de los dioses del Olimpo (literalmente), van a ir dejando aleatoriamente sus bendiciones a lo largo de tu aventura. Pueden ser modificaciones a tu ataque principal, secundario, a tu habilidad “charge” (básicamente puedes lanzar uno o más ataques a rango a la vez), un “ultimate” que activas rellenando una barra de poder, tu “dodge” o bien algún pasivo en términos de velocidad, defensa, HP, obtención de oro/ítems o alguna otra cosita loca.
Cada dios y su regalo estará claramente atado al estilo de elemento que compone a ese dios en particular: ya sean los rayos de Zeus, el poder divino de Atenea o la fuerza oceánica de Poseidón, cada uno tendrá sus pro y sus contra dependiendo del build que quieras generar. Muchas veces puede que no puedas usar exactamente la combinación que mejores resultados te dio en tu intento anterior, pero después de varias iteraciones aprenderás a flexibilizar tu estilo, créanme, y definitivamente esto es un gran plus (ULTRA).
Si bien los estilos de mapa son fijos, o sea siempre partes en Tartarus por ejemplo donde la variedad de enemigos es siempre la misma, lo que van cambiando son el orden de estas habitaciones así como la composición de los enemigos. Los jefes que van separando piso a piso del inframundo también se van a ir repitiendo. Podría sonar que todo esto se hace tedioso y a la larga una verdadera paja, pero creánme que no: dado que iras probando nuevos poderes y/o nuevas armas van a ir viendo que el combate jamás se vuelve repetitivo, y más aun, tu habilidad en el combate va a ir mejorando sustancialmente. Esto es muy clásico de los “souls”-like y agradezco que Supergiant Games haya puesto harta energía, tiempo y esfuerzo en crear un combate fluido y entretenido desde el inicio.
Recomendado 100%
No tengo mucho más que agregar. El juego tiene una trama, que es totalmente opcional si quieres seguirla, que le saca el brillo al increíble voice acting que los juegos de Supergiant Games suele tener, así como ese OST que también acompaña al resto de sus títulos como Bastion o Transistor. El carisma de cada dios que te encuentras, así como el de Zagreus interactuando con su padre Hades, o bien su mentor Aquiles, hace que tu visita al templo de Hades (que marca cada fracaso en tu camino) sea algo menos frustrante por que si bien fallaste en tu cometido, siempre habrá algo nuevo que descubrir ates de tirarse de cabeza a matar enemigos nuevamente.
No es perfecto, no, creo que la gráfica es increíble y luce espectacular, pero su rendimiento en Switch suele guatear de vez en cuando con muchos enemigos y detalles en la pantalla. Asimismo la cantidad de “basura visual” en general hace que te pierdas rápidamente en las arenas. Toma su tiempo acostumbrarse, pero una vez que hace click, no lo vas a soltar. Esta empresa como siempre mostrándole a la competencia que incluso con un estilo ya tan prostituido como los rogue-like pueden sacar este tipo de joyas. Más encima por 25 dólares? Qué mejor!