Un concepto simple pero brillante es el que siempre ha caracterizado a los juegos de la franquicia Tony Hawk: Puedes andar en skate por múltiples escenarios y hacer trucos. Esta ha sido una saga de juegos que se ha extrañado bastante en las consolas recientes y un favorita de la PS1 que no ha podido ser suplido por otros títulos de skate.
Todo lo que conocemos está ahí, puedes elegir entre una gran variedad de skaters y personalizarlos como prefieras. Completar los desafíos te da dinero del juego, el que puedes gastar en skins, diseños, etc. El tutorial, liderado por el mismísimo Tony Hawk, te enseña todo lo que necesitar saber o que has olvidado con los años.
La gráfica está completamente modernizada y el juego se ve genial, tocando de lleno en la nostalgia con su soundtrack repleto de música de los 90′ como Goldfinger, Rage Against The Machine y Primus, además de 37 canciones nuevas.
Este juego une Tony Hawk 1 y 2 y puedes adentrarte en cualquiera para completar los desafíos en sesiones de tiempo limitado, desbloquear mapas o simplemente jugar freestyle. Este juego es muy entretenido si eres un skater en la vida real o no. No necesitas tener un interés especial en la cultura skater o haber andado alguna vez en una tabla de skate.
Los niveles son réplicas 1:1 de los originales y el nivel de detalles y fidelidad al original es impresionante. Si pensabas que estos juegos se veían increíbles en sus años, ahora quedarás vuelto loco. Los niveles se ven exactamente igual, sólo que mil veces mejor.
No sabría decir con exactitud si las mecánicas son 100% fiel al original, ya que no he puesto mis manos en un Tony Hawk desde el 2001, pero la jugabilidad se siente idéntica y hasta diría que mejor. Sacar los trucos requiere de práctica y habilidad y los controles son una ayuda esta vez. Es una maravilla de principio a fin.
Como mencioné al prinicipio, la nostalgia es poderosa en este juego, pero no un componente esencial. Si es primera vez que te enfrentas a un juego de Tony Hawk, te encontrarás con un título simplemente bueno, con un aire muy a arcade de vieja escuela, lo cual, aunque suene contradictorio, es un poco de aire fresco.