Una de las últimas novelas de Stephen King y que cuenta con una adaptación en HBO con una miniserie de diez capítulos llega gracias a Penguin Random House: El visitante. Un thriller sobrenatural que trae una combinación entre el estilo más antiguo de King y uno que pretende acercarse a un público más joven.
La realidad es una capa de hielo muy fina, pero la mayoría de la gente patina sobre ella durante toda su vida y nunca caen y se hunden del todo.
El visitante es una historia que parte con fuerza.
King nos lleva a través de una primera parte donde vamos conociendo los detalles de una investigación que trastocó a un pueblo: un niño fue asesinado y el responsable es Terry Maitland, uno de los hombres más querido Flint City. A pesar de que todos lo han condenado por el asesinato, el detective a cargo de la investigación no está convencido del todo y llegará al fondo.
La parte con más solidez son estas primeras páginas que nos van revelando una trama que podría ser propia de la novela de suspenso por excelencia, al margen del elemento sobrenatural al que Stephen King nos tiene acostumbrados.
No obstante, y pese a la forma de desarrollar los primeros elementos de su trama, los personajes se transforman en uno de los eslabones más débiles, ya que pareciera que hubiera una suerte de combinado de personajes anteriores que van quitándole personalidad a la historia en general.
Esto nos lleva a hablar de la segunda parte, y es que una de las grandes deficiencias es la forma en que el libro termina. La acción y tensión se concentra tanto al principio que hacia las últimas páginas cae en redundancias, tanto en sus descripciones como situaciones, además que la narración que pierde su magia y su fuerza. El final se torna predecible y se resuelve de una forma demasiado simplista para todo lo que fue.
El universo no tiene límites
El visitante es una novela que guarda relación con otros libros del autor y que la deja en desventaja ante la forma en que construye los personajes y encamina hacia el final, pese al inicio prometedor que nos deja ver. Una novela que cumple con entretener, pero que no se encuentra al nivel de lo que King nos tiene acostumbrados.