De la accidentada directora francesa, Lisa Azuelos, llega “Mi Niña” (Mon bébé en su idioma original), una cinta que llega a ocupar un espacio en una filmografía no muy bien recibida por los críticos, pero que quizás podría llegar a ser la película mejor evaluada de Azuelos.
La trama nos pone frente a Héloïse (Sandrine Kiberlain), una joven madre que ve su mundo desintegrarse cuando su hija mejor, Jade (Thaïs Alessandrin) se prepara para ir a estudiar a Canadá, siendo la última de los hermanos en dejar el hogar y dejando a Héloïse desesperada por retener, aunque sea algunos recuerdos, de su hija regalona.
“Mi niña” a primera vista es de esas películas en las que “nada pasa” y lo pongo entre comillas porque en verdad sí pasa mucho, pero todo es a nivel emocional, no hay un claro conflicto, clímax o desenlace a lo largo de la historia, es más, a ratos te verás pensando “y cuándo va a pasar algo…”, pero es la montaña rusa emocional de Héloïse la que nos dará las emociones en esta película.
Presentada como una mamá cool y más bien relajada, el personaje de Héloïse es casi irreal, dejando que su hija menor de edad, tenga relaciones sexuales con el amigo de su hermano mayor, en su pieza, sin mayores miramientos y más aún, preguntándole al día siguiente cómo le fue. Esto sumado a que Jade fuma marihuana y bebe con sus amigos en la casa, se burla de su mamá cuando ésta muestra preocupación por el lugar donde se irá de fiesta y más aún, mostrando hastío ante los desesperados intentos de su mamá de guardar fotos y videos de su hija en su celular, antes de su partida, hacen de Jade un personaje poco querible, la clásica niñita malcriada y a Héloïse una madre sin mucho carácter para poner límites entre ser madre o amiga de tu hija. No todas pueden ser las Gilmore Girls.
La historia se mueve entre la actualidad, mostrando las semanas previas al viaje de Jade y la infancia de ella y sus hermanos, con la reciente separación de sus padres. A pesar de estos saltos anacrónicos, el filme se mueve de manera bastante lineal y fácil de seguir, dándonos en el pasado, las explicaciones para los eventos del presente.
A pesar de esta forma ordenada de contar la historia, “Mi Niña” nos llena también de momentos que quedan colgando en el aire sin resolución. Durante la cinta, Héloïse habla de la falta de apoyo económico por parte de su ex marido, lo que le impide juntar el dinero para pagar por los estudios de su hija en Canadá, adicionalmente, al restaurante del que es dueña, le pasan una costosa multa por faltas al código sanitario. Estos temas quedan totalmente sin resolver, quizás no sean el punto más importante de la trama, pero si fueron presentados con tanta vehemencia como para ser merecedores de escenas dedicadas a esto, entonces ¿Qué pasó con ello?
“Mi niña” es una cinta empoderadora para las madres solteras del mundo. Héloïse no se queda en casa todo el día con los niños. Sale a bares, tiene amoríos, celebra su cumpleaños con un DJ en su casa y se junta con sus amigas a hablar de Tinder y Happn, es toda una madre del siglo XXI que a pesar de su modernidad, no puede dejar de sentirse sola y abandonada por la partida de sus hijos.
Esta no sea una cinta emocional del nivel de “Marriage Story”, pero los conflictos presentados y los sentimientos de sus protagonistas son más que reales y fácil de identificarse, independiente de la edad. Recomendada para ver con los padres.