“El Aro” del 2002 definitivamente no fue una película perfecta, pero sí sentó un precedente y dio inicio a un nuevo tipo de cine de terror que dejaba de lado a los asesinos con motosierras y máscaras de hockey para dar paso a uno mucho más psicológico y que se refleja en cada ámbito de la película.
Con el éxito comercial de “El Aro” se abrió también la puerta al cine japonés de terror, el cual se perfilaba como más terrorífico y crudo que su versión gringa, es así como 22 años después de que “Ringu” iniciara esta locura, llega a los cines “El Aro: Capítulo Final”.
Esta nueva película japonesa de “El Aro” o “Sadako” en su nombre original, nos trae la historia de una niña capaz de invocar a Sadako, la famosa niña que sale del pozo en la película original. Esto la lleva a quedar internada en un hospital, donde una doctora se apiada de ella y busca descubrir más sobre su pasado.
En realidad no sé cómo empezar a describir lo terrible que es esta película. Empecemos por la trama, la cual trata de ser “actual” insertando al hermano youtuber de la protagonista, quien realiza virales que consisten en batir una coca-cola para luego abrirla y tirarse sobre un montón de almohadas, pero cuando sus videos no tienen las visitas que espera (me pregunto por qué…) se dedica a investigar un misterioso incendio para luego desaparecer. La historia se siente en un principio lenta, arrastrando los momentos, es de esas historias en las que sabes lo que se viene, pero se demora una eternidad en llegar ahí, no te sorprende y por sobre todo, no te asusta.
Los personajes a ratos se notan irrisorios, hay cero profundidad en sus historias y motivaciones, las actuaciones son planas y despojadas de sentimiento. Como mencioné anteriormente, los videos del youtuber son un sin sentido, la doctora que parece no hacer nada más con su día que ir a conversar con esta niña amnésica y el resto del elenco que parece decir sus diálogos de la manera más apática o sobreactuada posible, no hay puntos intermedios.
En “El Aro: Capítulo Final” se evidencia una seria falta de cariño por el trabajo que se está realizando, los detalles no están bien pensados, la historia se mueve a ritmos absurdos y es imposible relacionarse con los personajes de una manera que te haga querer que sobrevivan al final de todo. Esta película es el claro ejemplo de cuando no se deja morir en paz una franquicia y se intenta exprimir hasta el último peso de ella.