Jay Roach es el último director en caer en lo que me gusta, pretenciosamente, llamar: el efecto McKay. Adam McKay sorprendió al mundo con The Big Short en 2015, era un cambio radical para el director conocido, hasta ese momento, por dirigir comedias de Will Ferrell. En ella, el estadounidense demostró una increíble sensibilidad casi documental para contraponer la comedia, el drama, los quiebres de la 4ta pared y eventos reales. Desde entonces hemos visto a muchos imitar este estilo y ya solo del tráiler puedes ver como “El Escándalo” está al menos ligeramente inspirada en esto.
Y ese es quizás mi mayor problema con esta cinta, hay claramente toneladas de talento detrás de ella. Desde las genias y genios del maquillaje que transformaron a Charlize Theron en Megyn Kelly, pasando por la misma Charlize, Margot Robbie y John Litgow quienes se lucen con los papeles que tienen. Hasta la música es remarcable, Theodore Shapiro utiliza muy inteligentemente coros de mujeres para darle un aire rítmico muy particular a la banda sonora (es probablemente el único soundtrack en hartos meses que he salido tarareando del cine). El problema reside en la falta de voz para concentrar todo este talento.
Lo que debería haber sido una película de prestigio para los Oscars, se queda a medio camino con una poco destacable dirección y un increíblemente poco enfocado guion. En cuanto a la dirección está se siente como Adam McKay aguado, la fotografía luce como algo que podrías encontrar en un buen programa de televisión (es de notar que Jay Roach, el director de esta película, hizo varias películas originales para HBO) y honestamente ahí es donde parece pertenecer.
El guion sigue a los personajes de Margot Robbie, Charlize Theron y Nicole Kidman pero nunca sientes que hayas llegado a conocer a ninguna de estas mujeres. Todas expresan claros objetivos en el primer acto y nunca sabemos si los cumplen realmente. ¿Qué pasó con el deseo de Margot Robbie de estar en TV? Es lo que la pone en las garras de un depredador sexual en la película, sabemos que en un punto llega a hacer pruebas de cámara y luego de esto nunca más es mencionado. Lo mismo con Nicole Kidman después del incidente incitador de la película. La protagonista más clara acá es Charlize Theron y desearía hubiéramos pasado más tiempo con ella. Su personaje se encuentra en una muy interesante encrucijada moral y es la que más tiene que perder en toda la película, pero su personaje no se vuelve realmente activo hasta pasada la hora de historia. No es malo, ninguno de estos personajes lo es… solo merecían más.
También es imposible no notar como la película juega con una espada de doble filo en lo que se refiere a la moralidad de la historia. En la superficie los antagonistas están muy bien marcados, pero la película parece exculpar a un par de personajes sin motivo aparente. Estas personas claramente sabían lo que estaba pasando en Fox News, pero ¿supongo que los millonarios también necesitan ser representados como los buenos? Sobre todo considerando que estamos hablando de Fox News, el canal de la ultraderecha estadounidense, es muy interesante ver como la película define quienes serán los “malos” y quienes serán los “buenos”. El guion va por esta idea de “no es el sistema el que está mal, son estas personas en específico los que están mal”. Al menos McKay si se atrevía a cuestionar a Wall Street completo con The Big Short. Es esta clase de mentalidad personalista la que hace que todo el marketing de la película, el cual menciona el movimiento Me Too cada 2 frases, se sienta tan falso. ¿Cómo condenas al depredador sexual y no al entorno que permitió que esto ocurriera? Son tan responsables como él.
Sin embargo, de todos modos creo que El Escándalo es una película que merece ser vista. Está maravillosamente actuada, el maquillaje de Theron es algo impresionante de ver y como película en sí no podría decir que me aburrí viéndola, por muy derivativa que esta se sienta. Ubicaré a “El Escándalo” en el lugar número 72 de las 151 películas que he visto de 2019. Arriba de “The Third Wife” y debajo de “Knock Down the House”.