Los Rostros del Diablo es una película de terror surcoreana, un país al que sin duda no le faltan obras maestras. De la mano de directores como Bong Joon-Ho, Park Chan-Wook o Lee Chang-Dong, Corea del Sur se ha establecido como una notable potencia cinematográfica. Tanto así que incluso hasta tienen la oportunidad de ganar Mejor Película en los Oscar con Parasite, premios que se caracterizan por ignorar y disminuir cine internacional. Cuando me enteré que estaríamos recibiendo una película de terror de ese país debo decir que me emocioné solo por asociación, lo que a final de cuentas puede haya sido un profundo error.
Los Rostros del Diablo está lejos de ser una de las peores películas que he visto en mi vida, es más diría que por lo general suele ser más buena que mala. Tampoco quiero bajarles tanto las expectativas, hay definitivamente talento detrás y en frente de la cámara. El mejor aspecto de Los Rostros del Diablo es definitivamente su fotografía. A diferencia de muchas de las películas de terror no mainstream que llegan a nuestras salas, aquí hay un claro cuidado y cariño con la imagen. Esta es ocasionalmente arruinada por CGI de no tan buen nivel pero por la mayoría de su duración la dirección de fotografía se posiciona por sobre el promedio. La paleta de colores es viva e interesante de ver, el diseño de producción es bastante legítimo y para mi sorpresa las actuaciones infantiles fueron excelentes. Es raro ver a un niño llorar de una manera que se sienta de verdad desconsolada y Los Rostros del Diablo pasa la prueba con un 7 en este sentido. Esto con una mención especial a Jang Young-Nam, lejos la mejor actriz en toda la cinta.
Mi mayor problema tiene que ver con la historia y la secuencia de eventos que transcurren en esta película. La cual se siente increíblemente derivativa de mejores cintas como El Exorcista o Hereditary. Entiendo que sobre todo en países que no son Estados Unidos es necesario dar referencias de estilo para poder acceder a fondos y así financiar las películas que quieres hacer. Pero el guion de Los Rostros del Diablo toma cualquier oportunidad para presentar sutileza o una doble lectura y lo niega tan pronto como puede. Si películas como Hereditary brillaban haciendo que los elementos sobrenaturales estuvieran en directo contacto con el drama que vivía la familia protagónica, Los Rostros del Diablo se asegura de darte absolutamente nada en este sentido, lo cual es una pena porque hay mucho potencial para explorar con un concepto así. ¿Un demonio que solo puede poseer a un miembro de la familia a la vez? Vamos, tienes a la familia disfuncional ahí mismo. Entiendo que no todas las películas deben, por defecto, ser interpretables pero ayuda saber que nos estás presentando algo más que simplemente otra cinta “inspirada” en mejores películas de terror.
Bae Seong-Woo es el peor aspecto de esta película interpretando a un cura que debe lidiar con su pasado, la cinta muestra una clase de exorcismos donde alumnos ven el video más sangriento e increíble jamás filmado y todos reaccionan como si estuvieran viendo lo más normal del mundo, el demonio que posee a esta familia es el demonio más ineficiente posible a la hora de matar personas, etc. Son cosas como estas las que me impiden recomendar los Rostros del Diablo. Tiene varios elementos de calidad pero sus defectos sobrepasan sus cualidades para mí.
Es una pena porque de verdad que no me desagrada esta película. Pero para cuando estábamos en el clímax y todas estas cosas loquísimas estaban pasando, me di cuenta que no estaba ni invertido emocionalmente o asustado. Para cuando llega el 10mo jump scare sabes que esto probablemente no terminará bien. Ubicaré a “Los Rostros del Diablo” en el lugar número 90 de las 151 películas que he visto de 2019. Arriba de “Dragon Ball Super: Broly” y debajo de “Serenity”.