Antes de que acabe el año, Ediciones Urano nos trae la segunda parte de Villanos con “Una venganza mortal” de Victoria Schwab, un libro que a pesar de destacar por el trabajo narrativo no alcanza la vara que deja su predecesor.
Siempre llegamos a esto, ¿no es así? A nosotros. A lo que hicimos.
Lo primero que se viene a la mente al tener esta continuación en las manos es ¿qué tan necesario es continuar una entrega que bastaba por si misma para finalizar la historia de Victor y Eli? La promesa de un enfrentamiento más poderoso que el de Una obsesión perversa.
Victoria nos ubica cinco años después de los acontecimientos finales de Una obsesión perversa, con una introducción a la antagonista del libro y más a tarde a Victor, lidiando con las consecuencias de lo sucedido en el libro anterior y con Eli reapareciendo en el primer cuarto del libro.
No hablaremos de la trama en sí para evitar los spoilers, pero a diferencia de Una obsesión perversa, este libro pierde parte de este dilema entre bien/mal y además la relación de Victor y Eli llega un punto en que pasa a segundo plano y que puede ser el factor que hace que no se aprecie tanto como el anterior.
Este libro es a fuego lento y Victoria no sólo nos lleva cinco años atrás, también nos muestra un poco más de lo que la infancia de Eli, dándole contexto a su personalidad. También fortalece a Syd como personaje y también en las repercusiones de su poder y cómo se va adaptando a la forma de vivir en la disfuncional e inintencionada familia de Victor. Pero más allá de ellos, el libro concentra buena parte mostrando los intentos de ONE por atrapar a Marcella, quien viene a ser la antagonista consolidada del libro.
No es hasta la última parte que tenemos un libro en sintonía con lo que fue Una obsesión perversa. Hubo bastante acción, decisiones importantes y sorpresas, un descubrimiento clave de unos de los personajes que desaparece hacia la mitad pero que vuelve en las últimas páginas para cambiar la inclinación de la balanza y tener el esperado encuentro entre Victor y Eli.
“Y entonces el ángel cambia el infierno por el purgatorio”
Una venganza mortal nos ofrece una trama compleja, pero bien construida con personajes que se mueven entre matices, pero tan bien hechos que es difícil decidirse por el odio o la admiración hacia lo brillante de sus mentes. Sin embargo y a diferencia de lo que Una obsesión perversa, Victoria explaya su narrativa a nuevos personajes y nuevas relaciones, focalizando su atención en estos y dejando a un lado – por momentos- al dúo que hace Eli y Victor.