El segundo estreno de esta semana es uno que venía esperando hace rato. Estafadoras de Wall Street es la tercera cinta de Lorene Scafaria y, luego de un exitosísimo debut en el Festival Internacional de Cine de Toronto, se ha convertido en una de las que debes ver sí o sí para estar al día en esta temporada de premios. ¿Y saben qué? Entre esta y la otra película que se ha ganado hartas comparaciones con Scorsese en las últimas semanas, Estafadoras de Wall Street es definitivamente la película superior.
Antes de seguir hay que dedicarle un párrafo a la absoluta reina de esta película: Jennifer López. No solamente está dando la actuación de su carrera, sino que domina perfectamente los aspectos más físicos de su performance. Desde su primera escena queda absolutamente claro que Scafaria y López saben lo que están haciendo. Decir que la actriz y cantante tiene una introducción icónica sería subestimarla. Es más, es casi una broma recurrente en la historia como JLO entra en una habitación y la domina al 100%. Solo flores para su interpretación.
La cinta presenta una fotografía colorida y viva, pero sin perder precisión. La Nueva York de esta película se contrasta entre vecindarios suburbanos y los strip club bañados en neón y colores fuertes. Esto sumado al rápido y efectivo montaje hacen que la experiencia de ver esta película sea súper atractiva y cinematográfica. Se siente más real y honesta en su presentación que otras cintas que han tocado estas temáticas.
El guion brilla especialmente en su primer y segundo acto. Relación entre los personajes de Constance Wu y Jennifer López no solo es creíble, sino que es muy fácil entender sus problemas y deseos. Similar a las últimas películas de Adam McKay (productor en esta ocasión), la historia tiene como telón de fondo la crisis Sub Prime de 2008, lo que les da a los personajes una serie de desafíos bastante identificables. Al igual que con The Big Short o Vice, Estafadoras de Wall Street va fuerte con la merecida crítica a los corredores que causaron esta crisis y la presenta desde un ángulo que se siente fresco y diferente.
Sorprendentemente tanto Lizzo como Cardi B lo hicieron bastante bien, son básicamente cameos pero logran definitivamente dejar una impresión. No sé si puedo decir lo mismo de los personajes de Keke Palmer y Lili Reinhart los cuales terminan viviendo en la sombra de JLO y Constance Wu. Hablando de ellas mi problema con este film es el tercer acto. Toda la película está enmarcada en el personaje de Wu dando una entrevista a una periodista contando todo lo que pasó. Y viendo en retrospectiva la historia en su totalidad, este framing se siente tan innecesario e impreciso. Muchas de las cosas que ella le menciona a la periodista como: “Ramona (el personaje de López) siempre estuvo en control”, terminan siendo solo falsas. Es más, hasta argumentaría que el guion atonta a los personajes para poder llevarlos a este framing final. Varias de las decisiones que los personajes toman, y que hacen que todo este imperio se derrumbe, se sienten tan fuera de personaje, casi como si se estuvieran saboteando a sí mismas. No puedo creer que la Ramona presentada en la primera hora de la cinta haga muchas de las cosas que hace hacia el final y afectó mi inmersión en esta última media hora.
Quizás el aterrizaje no es el más perfecto, pero Estafadoras de Wall Street es una película que definitivamente recomendaría. Es sexy, es divertida y nos abre una ventana que se siente honesta y comprensiva a un mundo que no suele ser más que un gigante estereotipo en películas de Hollywood. Ya solo ver como Jennifer López lo deja todo en esta película hace que valga la pena el precio de la entrada. Vayan a verla.
Ubicaré a “Estafadoras de Wall Street” en el lugar número 30 de las 141 películas de 2019 que he visto, arriba de “Victima Potencial” y debajo de “Toy Story 4”.