Un thriller basado en el lado más oscuro del ser humano es el que nos ofrece El aspecto del diablo, un relato que entrelaza los delirios de mentes macabras a primera vista con la idea de un mal mayor al que todos estamos sujetos.
Beng no es un hombre. ¿No lo ve? ¿No se da cuenta? Beng es el nombre que mi pueblo le ha dado al más oscuro de los demonios, Beng es el nombre romaní del diablo
Todo en este libro se siente correcto: desde un título que apela a la creencia que rige la historia en cuanto a que el mal existe en cada una de las personas (un mal encarnado en el Diablo) y que solo necesita un gatillante, para que nuestra versión más oscura tome el control; hasta una ambientación que sumerge al lector en un lugar oscuro y receloso que se transforma en parte del cimiento sobre el que se construye El aspecto del diablo.
Checoslovaquia de 1935. El joven psiquiatra Victor Kosárek entra al castillo de Las Águilas para trabajar en un manicomio junto a los Seis Diabólicos pacientes que han llegado hasta allí tras cometer horrorosos crímenes, y a través de los cuales, el doctor desea demostrar su teoría de que todos podemos ser malévolos. En tanto, un nuevo asesino atemoriza la ciudad y todo apunta a que existe una relación con los paciente que se encuentran en el castillo.
El autor logra un ritmo idóneo para la narración de historia, con saltos entre sesiones, homicidios y reacciones, momentos álgidos y caídas que funcionan de puente entre unas y otras, pero que logran su objetivo: que el lector no deje el libro.
Si bien la historia principal tiene que ver con el suspenso y el thriller, logra hilarlo con el género del terror, pero en su rama psicológica. A esto se suma la continua referencia al folclore eslavo sobre el que se articula la historia y que suele ser poco tratado en esta categoría literaria.
Los personajes, por su parte, se encuentran bien construidos, y la caracterización de estos les da un valor propio, pero que puede quedar opacada frente a la gran descripción del ambiente, ya que esta casi se transforma en un personaje más al ser clave en el desarrollo de la historia.
Pseudofilosofía y pseudociencia para complicar un simple hecho de la naturaleza: que a veces la gente nace con defectos
El aspecto del diablo es una novela que nos lleva por los instintos más bajos y maquiavélicos del ser humano, un libro donde la maldad y perversión son las figuras centrales y con un final bien encausado, que lejos de dejarnos molestos por la previsibilidad, acaba con una sensación satisfecha de que ha acabado de la única forma en la que podía terminar.