Es 2019, el último año de esta década, y pareciera que cada semana sale una nueva lista de “Lo mejor de los 2010´s”. Y cada vez que se publica una, sin falta, hay una horda de gente cuestionando la falta o la inclusión de Interestelar. No quiero rebajarla a una película de dudebros, pero los fans si que hacen difícil separarla de tal distinción. Ad Astra se siente casi como la respuesta a Interestelar, de hecho hay harto que las une en la superficie, como el director de fotografía o lo realista de la ciencia mostrada en el film. Pero si Interestelar es sobre el espectáculo y la escala, Ad Astra es sobre lo íntimo y lo personal. Y de verdad espero que Ad Astra quede por sobre Interestelar en dichas listas.
James Gray ha logrado crear una obra increíblemente resonante sobre los muros que creamos alrededor de nosotros mismos, sobre el miedo a hacernos emocionalmente disponibles para los demás y de los demonios que heredamos de nuestros padres. Brad Pitt interpreta magistralmente a un hombre que sufre de esto mismo, el contraste entre las inmensas hazañas que debe realizar con lo cerrado que es como persona es brillante. Me recuerda mucho a First Man de Damien Chazelle y la forma en que nos retrató a Neil Armstrong. ¿Qué es lo que hace que una persona se aleje millones de kilómetros de todos sus seres queridos? Esta es una pregunta que Ad Astra confronta de frente.
Los mismos contrastes que vemos en nuestro protagonista se pueden apreciar en la magistral dirección de James Gray. Ad Astra tiene probablemente una de las mejores secuencias de acción del año, sin embargo los planos nunca pierden el foco principal: los personajes y lo solos que están en el espacio. Hay ecos de 2001 y Apocalypse Now por toda esta película.
En cuanto a lo técnico, Ad Astra es impecable. Es notable el tiempo que James Gray se tomó para perfeccionar el CGI de la cinta porque, al igual que con First Man, el 99% luce foto-realista. Lo mismo se puede decir del sonido y la música de Lorne Balfe y Max Richter los cuales, mientras no están saliendo de sus zonas de confort, crearon música memorable que quiero puro revisitar apenas salga.
La película se agarra harto de la narración estilo Terrence Malick de Brad Pitt, he escuchado más de alguna queja sobre ella (aparentemente esta no existía en los primeros cortes del film) pero a diferencia de las narraciones que me molestan en lo personal, el voice over de Ad Astra nunca explica lo obvio ni está ahí para el que no está prestando atención. Ofrece interesante insight sobre la mente del protagonista y creo que es un necesario suplemento a lo que la película entrega visualmente. ¿Vería una versión de Ad Astra sin ella? Totalmente, pero en su estado actual no me molestó para nada.
Ad Astra es una de las mejores películas del año y una que demanda ser vista en la pantalla más grande posible. Solo tengo cosas buenas que decir de ella, me llegó bastante la verdad. Sin ser devastadora emocionalmente no he podido dejar de pensar en ella desde que la vi. Por favor, véanla en la sala XD de Cinemark, la IMAX de Hoyts, la Extreme de Cineplanet o la Atmos de Muvix, de verdad que lo merece. Ubicaré a “Ad Astra” en el lugar número 3 de las 121 películas que he visto de 2019. Arriba de “Booksmart” y debajo de “I lost my body”.