Un café milagroso, una guitarra perdida, una oposición elitista y un muchacho que cree en el cambio tras el llamado de atención de un perro son algunos elementos que hallamos en la primera novela gráfica de Malaimagen y que nos deja una aguda crítica a la sociedad.
Con ilustraciones en blanco y negro, guiados por un diálogo basado en la ironía y la denuncia, Malaimagen nos lleva a un país que podría ser cualquier en una época donde los temas como inmigración, fascismo, la ética empresarial y la religión se han vuelto parte del debate contemporáneo y donde existe un cuestionamiento a todas las áreas que se encargan de velar a quienes componen a la sociedad.
Si bien, la novela no hace interpelaciones directas, la forma en que describe a sus personajes y los nombres que utilizan, hacen un cruce con la realidad chilena y la manera en que estos logran llegar a ésta, por ejemplo, el matinal o sus emblemáticos conductores. A lo que suma, los distintos casos que han sido investigados por la justicia chilena y que en Colusión son abordados en una senda que lleva a la impunidad.
Casi todas las desgracias que han tenido en su historia han sido obra de ustedes mismos. Guerras, genocidios, racismo, esclavitud, ni siquiera han sido capaces de aprender a vivir sin que unos pocos opriman a la mayoría
Colusión es una novela que con un estilo diferente al que podemos estar acostumbrado y que en apariencia puede resultar inofensiva, nos deja una crítica transversal a las sociedades de nuestro tiempo, pero hace un especial guiño a la chilena, con la que nos deja cuestionandonos lo pasivos que podemos llegar a ser frente a las decisiones que nos involucran y que repercuten en nuestras vidas.