Una joven que debe enfrentarse a su malvada madrastra, una peculiar hada madrina y un príncipe que la ayudará cuando más lo necesite, son los tres elementos que nos ofrece Danielle Steel en Cuento de hadas, una historia que nos muestra a una Cenicienta moderna… o no.
No quiero un florero ni un trofeo, sino una persona de verdad, con la que mostrarme como soy. Eso es para mí un cuento de hadas.
Danielle Steel es considerada como una de las autoras consagradas de la novela romántica y la mayoría de los comentarios sobre ella apuntan a lo buena que es haciendo historias sencillas pero que transcienden con su forma de narrar.
Cuento de hadas fue un primer acercamiento a su pluma, sin embargo, las expectativas jugaron en contra ante una historia que carece de emoción en sus personajes, con extensas descripciones y poco diálogo que quitan dinamismo al relato.
Camille es la hija de Christofer y Joy, una de las parejas icónicas del valle de Napa en Estados Unidos, donde se levanta la industria vinícola. Todo era perfecto, pero la muerte de Joy cambió la vida de su hija y marido, sobre todo, cuando éste conoce a Maxine y al poco tiempo decide casarse con quien a primera vista es una amable mujer, pero que en el fondo lo único que desea es la fortuna de Christofer, y Camille es el principal obstáculo para lograr su cometido.
El libro, por lo tanto, sigue a Camille y como ésta debe enfrentar a su madrastra para defender su legado familiar. No obstante, en reiteradas ocasiones es derrotada por Maxine y Camille no hace mucho al respecto, algo que es justificado por su benevolencia pero que más de una vez irrita, pues posee las herramientas para defenderse además de una red de apoyo.
Esto, por lo demás, nos aleja de ser una historia sobre cenicienta moderna, la que sólo se justifica por la madrastra y los ocasionales hermanastros que sólo aparecen al final del libro. Ese es otro punto de debate.
En general, la historia carece de acción y potencia, sin embargo, Steel trata de ponerle intensidad a un final que es abrupto y decepcionante, que deja tantos detalles al aire que demuestra una prisa en cerrar una historia, agregándole una relación innecesaria en la que el interés amoroso de Camille apenas tiene una participación activa en sus últimas páginas, pero del que conocíamos por la amistad que los unía desde niños.
Amarla era como intentar mantener sujeto un huracán con una correa sin acabar arrastrado por él
Cuento de hadas de Danielle Steel es un libro que pretendía darle un toque moderno al clásico relato de la Cenicienta, pero que queda en el intento al no darle ritmo y sustentarlo con personajes planos que actúan por inercia, en lugar de creer en la pelea por lo que realmente es justo.