Nuestra hazaña por SANFIC 15 continúa y como segunda película del día tenemos la primera película de la Competencia Nacional, Perros sin Cola de Carolina Quezada. Podrás disfrutarla en Hoyts La Reina el 22.08 a las 19:30 hrs.
Chicos no hay forma de endulzar esto, odié Perros sin Cola. Jamás pensé que vería algo que rivalizara a Hecho Bolsa en ineptitud, pero aquí estamos. Entiendo que el presupuesto es mínimo y comprendo lo difícil que es hacer una película. No tengo vergüenza en admitir que más de un proyecto que yo intenté hacer en su tiempo tampoco resultó como esperaba. Pero como siempre la honestidad es lo más importante para mí en estas reviews, así que aquí va.
Perros Sin Cola contiene en 77 minutos todos los clichés que odio del cine sin presupuesto chileno. La falta de caracterización en los personajes, las pretenciosas escenas que no aportan nada, las tramas que no van a ningún lado y luego solo acaban, los malos subtítulos en inglés, el detestable trabajo de cámara; es tan absurdo que casi se siente como una parodia. Hasta lo que la película quiere decir se siente trillado de lo mucho que se ha hecho ya. Podría estar horas enumerando los diversos elementos que me parecieron terribles, como la actuación o la dirección de fotografía… pero creo que me enfocaré en el problema que abarca todos estos otros elementos: la dirección. Nada sobre la dirección de Quezada me dice que el abuso de los primeros planos es a propósito o que estas pequeñas divagaciones al formato documental tienen un propósito.
Estaría mucho más dispuesto a comprarme algunas de las decisiones artísticas tomadas aquí, si hubiera algún elemento en la visión de esta película que me generara confianza y me dijera “esto esta hecho así por un motivo”. Usar “Get on Up” de James Brown sin licencia ni mención en los créditos me dice todo lo que necesito saber sobre el profesionalismo de esta producción. Cada elemento de esta película se siente como el resultado de ineptitud o ignorancia, la mezcla de sonido, foley y música siendo un gran ejemplo de esto. Y cuando pierdes la confianza en quién está detrás de la cámara, hay poco que se puede hacer. Al menos grabaron en locación en Antofagasta, el único positivo de esta película en mi opinión.
Perros sin Cola es una de las peores películas que he visto este año y como se imaginarán no recomiendo verla. No quiero pisotear esta película más de lo necesario, ya dije todo lo que deseaba decir sobre ella y probablemente nunca más vuelva a pensar en ella. Ubicaré a “Perros sin Cola” en el lugar número 92 de las 93 películas que he visto de 2019. Arriba de “Hecho Bolsa” y debajo de “No quiero ser tu hermano”.
Lo más terrible, es que ella enseña cine xd