La unión entre lo rural, la tradición y los temores dan vida a Devil’s Day (El día del Diablo), la segunda novela de Andrew Michael Hurley, donde las viejas formas de contar una historia se hacen presente para tomar al lector de la mano y llevarlo a tierras lejanas.
El coraje es algo que crees que tienes hasta que lo invocas
Este libro sigue a John Pentecost, un hombre que abandonó el valle donde fue criado en Lancashire, tras una infancia compleja. Dos veces al año vuelve para visitar a su padre, con quien mantiene una relación tensa. Sin embargo, la muerte de su abuelo lo obliga a volver, acompañado de su esposa Katherine, quien está embarazada. Un tanto desafortunado, su regreso se topa con el Día del Diablo, una suerte de fiesta para engañar y ahuyentar a éste y así asegurarse que los animales -ovejas- estén a salvo. Pese a ello y a la amenaza que representa la presencia del diablo, John comienza a estudiar la posibilidad de volver al valle para ayudar a su padre e instalarse permanentemente en la zona.
La figura del Diablo es el principal elemento que genera que el libro sea considerado de terror, no obstante, situarla en el género como tal puede ser un poco excesivo, aunque hay momentos sutiles de éste, el libro se articula sobre la tensión en el ambiente, las preguntas sobre quien será la víctima del Diablo y hechos que a primera vista son inexplicables, pero si te das un momento para pensar, por muy vaga que sea, puede haber una razón lógica detrás los eventos que suceden.
Uno de los mejores personajes de la historia es el de John, ya que es consecuente con sus acciones y experimenta cambios que el autor logra introducir y mantener. Además, la idea de transformarlo de forma explicita en el narrador le da un refuerzo al rol que juega en la trama.
Sin embargo, es una lectura que toma días ante la descripción y la preponderancia del ambiente, donde hay que avanzar con atención en los detalles que nos entrega la narración para poder ir al valle y tratar de ponerse en el lugar de los pobladores que le temen al diablo. Por lo tanto, tiene que haber una predisposición a tomar una lectura lenta. De lo contrario, tras las primeras cincuenta páginas querrán dejarlo.
Nosotros no dejamos que las cosas se pierdan. Nosotros no permitimos que nos las arrebaten. Tenemos los medios para seguir adelante. Y así debemos continuar
Devil’s Day es una novela donde lo antiguo vuelve al presente con un estilo donde la ambientación y la expectación son los principales elementos. Una historia con un arraigo en los campestre que nos muestra su lado más oscuro y que finalmente nos deja preguntándonos que más podemos descubrir en sus tierras.