Hace rato que no llegaba una película de superhéroes donde toda la comunidad de cine pareciera ya odiarla con meses de anticipación, y no era injustificado. Ninguno de los reportes de la producción sonaba prometedor, la adquisición de Fox por parte de Disney, los trailers, las fotos; todo lucía decepcionante o mediocre. Sin embargo, soy un gran creyente en darle a toda película su oportunidad independiente de lo mal que pueda lucir. Así que como un buen chico me levanté temprano el día de la función preparado para lo que sea, el tiempo predecía un día parcialmente nublado, pero lo que no predijeron, lo que nadie podría haber presagiado… era la película que estaba a punto de ser proyectada en ese cine en Plaza Egaña.
Solo un pensamiento me ha quedado dando vueltas en la cabeza después de esa función, una simple pregunta: ¿Por qué? ¿Por qué hacer esta película? Fuera de la clara respuesta monetaria no entiendo el propósito de este film, ¿qué es lo que alguien podría sacar de una película así?. La prometedora nueva generación de personajes introducida en la maravillosa “X-Men: First Class” es asesinada en un callejón sin piedad como un perro. No es la peor película del año, ni siquiera la consideraría dentro de las 20 peores que he visto de 2019, pero es tan inconsecuente que no podría recomendarla a menos que solo quieras terminar de ver toda la saga X-Men de Fox.
Adentrándonos un poco más en la película en sí es claro que esta es la primera película de Simon Kinberg, su mano detrás de la cámara es débil e inexperta. Kinberg no sabe como hacer que sus personajes luzcan bien en cámara o que los eventos que se desarrollan luzcan de peso. El tono del film es tan sombrío y desesperado por ser llamado serio que casi luce como una parodia de lo que películas como “Logan” lograron. Cosas legítimamente horribles ocurren en este film y podías escuchar las risitas contenidas en la sala, incluso el momento en el que sueltan la palabra “fuck” se siente como el remate de un chiste.
Fue reportado a inicios de este año que Dark Phoenix regrabaría todo su tercer acto por similitudes con otra película de superhéroes, luego de verla es claro porqué tomaron esta decisión. Todo el arco de Jean Grey en esta película es básicamente el mismo que el de Carol Danvers en “Capitana Marvel” y obviamente eso no es culpa de esta película. Sin embargo, (asumo) como que solo modificaron el arco a medias y terminamos con este inconsistente camino que terminó arruinando al personaje. Trataré de ser lo más vago posible para no spoilear nada, pero todo lo que tiene que ver con Jean “aprendiendo a controlar sus poderes” es una lotería entre escena y escena. A veces puede hacerlo, a veces no y continua esta narrativa de que una mujer con poderes equivale a una mujer inestable y emocional. ¡Vamos Fox, eres mejor que esto!
Aprecio mucho que Phoenix intentara ir por un camino más pequeño e introspectivo, a diferencia de las últimas entregas, y como dije está lejos de ser lo peor del año. Disfruté una escena en el espacio donde todos los X-Men trabajan en equipo para rescatar unos astronautas y el elenco que tienen es excelente (incluso si un par de ellos claramente no quieren estar ahí.) Pero como mencioné al inicio, ¿Cuál es el punto de contar esta historia de nuevo?. La historia de Jean Grey ya fue adaptada, sin éxito, en “X-Men: The Last Stand” y “Dark Phoenix” terminó igual o peor que aquella cinta de 2006.
“Dark Phoenix” es una poco inspirada, barata y decepcionante conclusión a esta continuidad de personajes. ¿Tiene un par de escenas rescatables? Claro. ¿Es irónicamente divertida en partes? Por supuesto. ¿La vería de nuevo alguna vez en mi vida? No lo creo. Ubicaré a “X-Men: Dark Phoenix” en el lugar número 37 de las 71 películas que he visto de 2019. Arriba de “Dragon Ball Super: Broly” y debajo de “Gloria Bell”.