El director de El secreto de sus ojos, tras varios años de silencio cinematográfico en carne y hueso, dirige esta vez El cuento de las comadrejas, su propia adaptación de Los muchachos de antes no usaban arsénico, película argentina estrenada en 1976, preseleccionada para los premios Oscar ese mismo año, y que esta vez se presenta como una coproducción hispanoargentina, con la participación de los actores Graciela Borges, Óscar Martínez, Luis Brandoni, Clara Lago, Nicolás Francella y Marcos Mundstock, este último integrante del reconocido grupo argentino Les Luthiers.
La cinta comienza presentando la tranquila vida de 4 artistas de avanzada edad: una estrella de cine, un actor frustrado, un director y un escritor cinematográfico, que debido a su amistad -y otras complicidades impensadas- terminan viviendo juntos en el abandono mediático fuera de la ciudad, en la mansión de uno de ellos: Mara Ordaz (Graciela Borges), quien es dominada por la egolatría y las añoranzas de reconocimiento como en tiempos pasados. A esta vida nostálgica y monótona que los lleva a discutir cotidianamente, llegan a irrumpir dos jóvenes agentes inmobiliarios, guapos y forzosamente encantadores, quienes a punta de palabras de admiración hacia los moradores, intentan ganar su confianza para poder hacer negocios con la propiedad. Ante la desconfianza de Norberto (Óscar Martinez) y Martín (Marcos Mundstock), se comienzan a develar las más oscuras artimañas e historias pasadas, en una dinámica de amenazas y planes inesperados para poder mantenerse en el que ha sido su hogar por tantos años.
El cuento de las comadrejas es una comedia por sobre todo ácida, a ratos liviana y a ratos impensada; una teatral y perfecta obra cinematográfica, llena de sarcasmos y determinaciones frívolas que sorprenden reiteradamente. Es una obra lentamente planificada, por décadas presente en el tintero de su director, quien ha escogido minuciosamente cada detalle. Es por eso que su reconocido elenco, la hermosa fotografía a cargo del director Félix Monti, que saca provecho a las más de 50 locaciones protagonizadas por el Castillo Guerrero de 1876, y la música a cargo del compositor Emilio Kauderer, terminan por completar una película para disfrutar y recomendar, con un relato extremadamente ingenioso y despiadado, con el que Campanella ha logrado su deseo de redefinir la vejez como un estado del alma y no del cuerpo.
La película El cuento de las comadrejas podrá verse desde el jueves 23 de mayo en las salas de cine chileno.