Un pueblo maldito y la promesa de una venganza que remonta siglos atrás es la premisa principal que nos ofrece La maldición del Mar de Shea Ernshaw, una novela paranormal cuyos derechos ya han sido adquiridos por Netflix.
“Después de la primera noche, la armonía de las voces se vuelve innegable. Un himno encantado que navega por encima del agua, fresco, suave y seductor. Las hermanas Swan han despertado.”
El libro se encuentra ambientado en Sparrow, un pequeño pueblo costero donde el verano se transforma en un peligro para los jóvenes hombres de la zona. Sobre Sparrow se ciñe una maldición, un castigo por la muerte de las hermanas Swan, tres jóvenes acusadas de brujas por un comunidad recelosa que las sentenció a morir ahogadas. Cada año, las hermanas regresan a cobrar venganza y sumergen a los jóvenes en sus aguas para condenarlos al fondo de éstas.
Penny Talbot es una joven que vive en la isla cercana a Sparrow, y tiene sus razones para creer que la maldición es real por lo que trata de mantenerse lo más alejada del mar para evitarlas. Pero este año las cosas cambian y Penny se reúne con sus compañeros de instituto en una fiesta que desafía a las hermanas. Allí conoce a Bo, un forastero que llegó a Sparrow aparentemente por una coincidencia.
Bo ha llegado en un mal momento. Mientras las hermanas estén despiertas, él corre peligro al igual que los otros chicos, y aunque Penny sabe que esconde algo, se encargará de protegerlo.
La historia en sí se concentra en los esfuerzos de Penny de mantener a Bo y a ella misma alejada de las hermanas Swan, con pequeños retazos del pasado donde nos muestra como fue la vida de las tres jóvenes en Sparrow y su deceso. Si bien, el libro en su sinopsis nos atrapa con la idea de un pueblo maldito, Ernshaw se centra más en la relación de Penny y Bo y en desentrañar los secretos que ambos guardan.
Sin embargo, la historia da un giro en sus últimas páginas donde se alcanza el punto más álgido del libro con una revelación que cambia todo lo que hasta el momento se ha leído. La pluma de Ernshaw logra traspasar el papel, con una novela visual en el que recorres Sparrow con cada página y te vuelves visible entre las acciones de Bo y Penny, donde te encuentras tan inmersa que no ves venir la conclusión. Pese al exitoso resultado que logra la autora, lo que vendría a ser el epilogo acaba con la magia y te deja con un final frente al que te preguntas qué pasó, porque de todos los escenarios, el que Ernshaw elige es el más ilógico.
En el caso de La maldición del mar, no son sus personajes o sus secretos los que te mantiene con el libro, sino la trama en sí misma con especial énfasis en la historia de las hermanas Swan, los pequeños fragmentos que la autora nos muestra no son suficientes y Ernshaw pudo haber aprovechado más ésta. Probablemente, quienes han leído el libro lo hubiesen disfrutado mucho más.
“El amor es como un hechicero, ladino y salvaje. Se acerca sigilosamente por detrás de ti, suave, dulce y callado, justo antes de cortarte la garganta”
Un lugar en donde las supersticiones son reales es lo que nos entrega Shea Ernshaw con La maldición del mar, una historia autoconclusiva, rápida y atrapante desde el principio, que a pesar de centrarse en lo juvenil, te deja divagando sobre quienes son los siguientes en quedar atrapados en la venganza de las hermanas Swan y donde no todo lo que lees es realmente así, con un final que decae ante el intento de mantener algo que ya no se puede sostener.