REVIEW: “Days Gone” para PS4

Fue en el E3 del 2016 cuando vimos por primera vez algo de “Days Gone”. Fue un teaser/trailer donde podíamos ver a Deacon huyendo de cientos y cientos de zombies en un video que nos dejó a todos helados y con ganas de más de este título que pucha que prometía.

Pero su estreno no llegó en 2017 ni en 2018 y la espera nos tenía a todos expectantes. Por mi parte, luego del fiasco de “No man’s sky”, tenía un temor profundo a que se repitiera la historia. A continuación les cuento si fue así o no.

Cuando los amigos de Playstation pusieron en mis manos “Days Gone” mi emoción fue sin límites y al jugar los primeros minutos me di cuenta de que la realidad se equiparó con la expectativa. “Days Gone” es un título imperdible del 2019.

Sí, hay que dejarlo claro, la trama es la clásica historia post-apocalíptica que se hizo tan conocida con títulos como “The Last of Us”. Deacon St. John es un motoquero que ve ante sus ojos cómo el apocalipsis zombie está destruyendo todo a su paso. En un intento desesperado por salvar a su esposa herida, la embarca en un helicóptero de la empresa gubernamental NERO, a cargo de contener el desastre que se estaba comiendo el mundo. Deacon se queda atrás junto a su amigo y compañero de club, Boozer, el cual también está herido. Dos años después, los zombies pueblan la Tierra y Deacon aún mantiene la esperanza de volver a ver a su esposa viva.

La trama se desarrolla en el estado de Oregon, en el pueblo de Farewell. Deacon y Boozer son los llamados “drifters”, renegados que se niegan a vivir en campamentos con los otros sobrevivientes y se dedican a recorrer las ciudades buscando elementos y haciendo tareas para los jefes de los campamentos a cambio de créditos, los cuales puedes usar para comprar armas, municiones, bencina y repuestos para tu moto.

La moto es el medio de transporte de Deacon y de la mayoría de los NPC del juego, ella te será vital para moverte por el mapa, el cual está plagado de enemigos esperando para robarte, matarte o comerte. La moto ocupa bencina (duh!) y ésta se acaba bastante rápido y por razones obvias, no es fácil de obtener. Te quedarás tirado varias veces en el camino antes de que puedas pagar una mejora que hará más grande tu estanque y así tus cargas de combustible durarán más. Ésta también se rompe si te caes, chocas o das un salto en los distintos obstáculos del camino, puedes arreglarla tú mismo, lo que consumirá tus recursos o puedes hacerlo en algún campamento, lo que te costará créditos.

Quizás lo mejor del juego y lo que más prometía desde el principio es su mundo abierto. El mapa es bastante grande y nuevos destinos se irán volviendo disponibles a medida que avanzas en la historia. Los caminos están llenos de rincones para explorar y aperarse de elementos que te servirán para distintos fines, pero también está lleno de enemigos con los que podrás enfrentarte o simplemente ignorar y huir.

Dentro del mundo hay enemigos humanos y zombies. En los humanos tienes a:

Marauders: Ellos harán todo lo posible por matarte y robarte. Pondrán trampas en tu camino que te botarán de la moto o te esperarán escondidos con francotiradores que te noquearán mientras se lanzan en manada a atacarte. Los marauders se agrupan en campamentos, los cuales te entregan premios si logras infiltrar y eliminar a todos sus habitantes.

Rippers: Parte más protagónica de la historia. Los rippers pertenecen a una especie de secta que adora a los zombies (llamados freakers en el juego) y que intenta emularlos. Ellos te atacarán incesantemente hasta que te unas a su secta o mueras.

Squatters: Aparecen poco, pero te darán problemas. Los squatters son nómades que se van instalando en distintos edificios y te los puedes pillar repentinamente si intentas entrar a un lugar aleatorio.

Campers: Las personas de los campamentos te serán de gran utilidad, pero tienes que ganarte su confianza. A medida que vas haciéndoles favores y llevando los elementos que recolectes en el mapa, tu nivel de confianza aumentará y podrás acceder a mejores armas y repuestos para tu moto. En los campamentos también podrás pasar la noche, beneficio que te será muy útil en el juego.

Por el lado de los zombies, los distintos tipos son:

Swarmers: Estos son los que más te encontrarás en el mapa. Son adultos que han sido infectados y medianamente lentos en sus ataques.

Newts: Adolescentes o niños infectados. Viven en los techos y son bastante fáciles de eliminar. Generalmente huirán de Deacon si lo ven acercarse, pero si estás demasiado cerca, te atacarán o si tu salud es baja.

Screamer: Mujeres adultas infectadas. Se reconocen fácilmente por su pelo blanco. Si te ven, gritarán tan fuerte que dejarán incapacitado por unos segundos a Deacon y su grito atraerá a otros zombies cercanos.

Breaker: Zombies grandes y muy fuertes. Requieren de una gran cantidad de ataques para morir y solo aparecen en contadas ocasiones en misiones importantes. No te los encontrarás en el mapa.

En “Days Gone” los animales también están infectados y pueden presentarse como lobos, osos o cuervos y son capaces de atacarte ferozmente si te los encuentras en el camino.

“Days Gone” es un juego inmenso en todo el sentido de la palabra. Hay mucho que descubrir y mucho que hacer en el mapa, lo que lo hace un título largo y multidisciplinario como los hay pocos hoy en día.

¿Lo malo? No es nada sobre la historia misma o jugabilidad del juego. Tiene que ver con los infinitos errores y bugs con los que viene desde el inicio. Desde que lo obtuve hasta la redacción de esta reseña, el juego ha instalado 4 parches con el propósito de arreglar esto, pero aún así me encuentro con errores pequeños como personajes atrapados en objetos hasta el juego indicándome que finalice una misión secundaria ya terminada.

Pero “Days Gone” es tan buen juego que es totalmente disfrutable a pesar de estos errores. Si no los tuviera, sería el juego perfecto. Un título hecho para vivirlo con calma, recorrer cada lugar del mapa y lanzarse a cada misión secundaria que nos entreguen.

Valió la pena los casi cuatro años de espera y es un juego de debe estar en cada Play 4.