Otra película de animación independiente llega a las salas y wow si que no están preparados para esta. “Pajaritos a Volar” parece una típica película de animación para niños que cualquiera puede disfrutar, pero eso es solo una fachada. Hay todo un mundo bajo la superficie de esta película y me muero por contarles más al respecto.
“Pajaritos a Volar” es similar a la reciente “Corgi: Un Perro Real”, en la superficie ambas son inocentes películas con “buenos” mensajes, pero por algún motivo están tan llenas de humor inapropiado y adulto que casi parecen hechas con malicia. No estoy diciendo que la película me ofendió ni nada, pero estaba en shock viendo las cosas que creyeron serían apropiadas para una película familiar. Solo por darles un ejemplo, en un punto el interés amoroso del protagonista (llamada “Khalifa”) le dice a Manou “Ven a mi cueva estrecha y húmeda”, donde luego se insinúa que el protagonista la acosa sexualmente, a lo que ella responde “No soy esa clase de chica”. No sé si estoy imaginando cosas pero hay tanto subtexto sexual en toda esta película. Desde la forma en que se acicalan hasta la posterior relación amorosa entre Manou y Khalifa, todo exude tensión sexual. Dudo que un niño sea capaz de leer entre líneas así, pero como adulto lo encontré la cosa más graciosa del mundo.
Todo esto sin contar detalles como padre adoptivo que le dice a su hijo “Desearía nunca haberte adoptado” o un terrible número musical que no aporta nada. Pajaritos a Volar está en lo más bajo que el género de la animación puede ofrecer. Mensajes como “sé tu mismo” o “sigue tus sueños” son tan vagos y repetidos que no me imagino un niño aprendiendo algo de esto. Si se fijan en el diseño de la gaviota principal esta ni siquiera tiene nariz, tiene cavidades donde los orificios deberían estar pero son solo hendiduras, no una nariz donde oxigeno entra a su cuerpo. Es hilarante.
Lo peor de todo es que carece de toda clase de conflicto durante importantes periodos de su duración. Recien en sus últimos 20 minutos los protagonistas deben enfrentarse a unas ratas y tratar de salvar a unos amigos de una peligrosa tormenta, pero durante toda la mitad los personajes están básicamente en nada. También por algún motivo cada vez que entramos a la ciudad donde viven estos pájaros, la película usa música de Brasil para implicar que estamos en Rio o algo así, sin embargo luego se revela que estamos en Francia. Esto sin contar que la música de la película empieza lentamente mutar a un terrible euro-pop que arruina toda la potencial tensión de las secuencias de acción. Hasta musicalmente es un desastre.
“Pajaritos a Volar” es (irónicamente) una loca y desquiciada experiencia. La recomiendo totalmente si tienen un grupo de amigos que puede disfrutar de una comedia no intencional. Para todo el resto del universo, siempre está “Corgi”. Ubicaré a “Pajaritos a Volar” en el lugar número 39 de las 46 películas que he visto de 2019. Arriba de “Réplicas” y debajo de “Marilyn”.