Quiero partir esta review mencionando que nunca he visto las adaptaciones de Guillermo del Toro. Si quieren leer un articulo sobre como esta versión de 2019 se compara con la original, prácticamente cada sitio web en el internet lo está haciendo. Desde que anunciaron esta película de Neil Marshall he tratado de evitar las “originales” y así poder tener una perspectiva distinta. Por lo que, ¿qué tal está la última adaptación sin expectativas previas? Les cuento a continuación.
Si tuviera que describir este reboot usando otras dos películas estas serían Deadpool y Resident Evil 4, les dejo a ustedes la tarea de decidir si esto los emociona o los aleja. No tengo idea si esto es cercano al material fuente o no, pero “Hellboy” (2019) es una Película B en todo sentido. Extrema violencia, mal cgi, más coincidencias en el guion de las que podrás contar, claros errores de continuidad y de lógica y también suficiente diversión boba como para pasar unas dos horas en el cine.
Hellboy no está intelectualmente realizada, lo que no significa que sea algo malo. Va por un tono más cercano al de películas como Drive Angry, un homenaje a las películas de explotación directas a vhs de los 80s y entiendo que no todos vayan a estar contentos con eso. Es una estética que implica por defecto este look “barato”, el cual personalmente encuentro encantador en partes, pero es imposible no pensar en como sería este material en manos de gente más capaz.
El punto más alto de esta película es definitivamente David Harbour como Hellboy, hay una escena cerca del final donde vemos a Hellboy y su equipo pelear en un plano secuencia y es legítimamente divertido de ver. Esta cinta me dejó más emocionado por una secuela de lo que estaba por esta. Establecen a tres personajes que creo, en manos de un mejor guionista, podrían funcionar muy bien juntos. Hay dos escenas post-créditos en este filme, las intenciones de generar una franquicia son grandes y no me molestaría para nada darles otra oportunidad.
Independiente de estilos y homenajes, hay varias cosas en esta película que calificaría de deficientes, principalmente la música y la edición. La primera es tu típico soundtrack con toques de metal, fácil de hacer y desesperado por ser llamado edgy y adulto. La edición por su lado me recordó mucho a Bohemian Rhapsody, cortando rápidamente a close-ups en conversaciones y nunca estableciendo bien la geografía de las diferentes locaciones. Los VFX por su lado tampoco ayudan mucho, de hecho hay una secuencia con Ian Mcshane hacia el final que es bastante no intencionalmente hilarante, pero va bastante bien con el resto de la película y su presentación B.
Hellboy es tonta, ruidosa y divertida en partes. La presentación no podría ser más juvenil y dudo que sea recordada como la versión definitiva de este personaje en la gran pantalla, pero si no te importa nada, probablemente lo pasarás bien viéndola. Es trashy y sabe que lo es, hasta cierto punto al menos. Ubicaré a “Hellboy” en el lugar número 21 de las 43 películas que he visto de 2019. Arriba de “Captive State” y debajo de “Dragon Ball Super: Broly”.