Escrita por el creador de la versión estadounidense de House of Cards, Beau Willimon, y protagonizada por dos de las actrices más interesantes de la actualidad; “Las Dos Reinas” tenía todo para ser una segura nominación a Mejor Película. ¿Qué pasó? Viendo la película incluso puedes sentirlo, el valor de producción está ahí, las locaciones reales, el maquillaje, el prestigio, todo. Sin embargo, creo le pasó lo mismo que incluso a algunas de las nominadas de esta pasada temporada de premios: las formulas se están empezando a agotar. Me llamó mucho la atención ver el nombre de Willimon en los créditos, ya les mencionaré porqué.
“Las Dos Reinas” cae en la maldición de las biopics, intenta abarcar periodos de tiempo demasiado grandes y pierde el foco de lo que verdaderamente está contando. A diferencia de Bohemian Rhapsody por ejemplo, en este caso tenemos suficiente distancia de los hechos reales como para poder explorar el lado un poco más oscuro de la historia. El concepto de estas dos reinas amigas y rivales a la vez es fascinante, pero la película parece querer contarnos absolutamente todo lo que ocurre en las décadas de historia que esta película cubre. Es sorprendente de hecho como pasa el tiempo en esta película, porque para cuando esta termina pareciera que toda la trama tomó lugar en tan solo un par de meses. En vez de seguir un gran conflicto principal, el filme presenta cada 20 minutos un problema nuevo que debe ser solucionado, una vez eso termina solo se pasa al siguiente.
No me malinterpreten, es una película de calidad en cuanto a ejecución, sobretodo del lado de Saoirse Ronan y Margot Robbie quienes se adueñan de su personajes. Es genial ver el conflicto de género que se produce aquí. La corrección de color del film destaca excelentemente los colores de ambas reinas según su estado de animo en cada escena, el rojo de sus peinados luce poderoso al lado de las tonalidades más azuladas del resto de la cinta. También quiero mencionar lo sorprendentemente progresiva que es la historia, no sé si esto fue así en los 1550, pero es una interpretación diferente y disfruté la inclusión de estos elementos. A pesar de todo esto desearía que el filme nos hubiera dado una perspectiva más única de estos eventos, la dirección es intercambiable con el 70% de las biopics históricas que llegan cada temporada de premios y tener a “La Favorita” tan fresca en la memoria no ayuda.
La razón por la que me llamaba la atención que Beau Willimon estuviera detrás del guion, es que con “House of Cards” el guionista demostró una gran destreza para entablar dramas políticos que se sienten parte de un mundo e instituciones completas y funcionales. En esta película nos esforzamos tanto en ver esta pelea sobre quien reina, que nunca vemos a los reinados excepto por una caricaturesca escena. Vimos más los parajes de Escocia que la gente que los habitaba, lo que al menos me quitó mucho ese “sentido de mundo” que Willimon le dio a House of Cards. Esto sin mencionar que muchos de los sets carecen de ese “uso” que tenían los de “La Favorita” por ejemplo. No sentí que gente viviera en estos lugares.
Recomendaría “Las Dos Reinas” a aquellos aficionados por los dramas históricos, definitivamente hay observaciones interesantes aquí y un concepto fascinante de ver desarrollarse. Sin embargo, la presentación de esta película no es lo suficientemente atrayente como para poder recomendarla al espectador casual buscando algo que ver el fin de semana. Ubicaré a “Las Dos Reinas” en el lugar número 77 de las 159 películas de 2018 que he visto, arriba de “Beautiful Boy” y debajo de “On the Basis of Sex”.