RESEÑA: “Period. End of Sentence” – La excepción a la regla
La menstruación es un castigo de los dioses, una culpa que se tiene que cargar, una enfermedad que genera sonrisas avergonzadas y algo que las mujeres tienen que esconder, incluso a sus esposos.
¿Les parece que algunas de estas ideas o situaciones puedan suceder en el 2019?
Pues pasa y lo cuenta el documental “Period. End of Sentence”, reciente ganador del Oscar a Mejor Corto Documental que ya está disponible en Netflix.
Este documental de poco más de 25 minutos narra lo que está sucediendo ahora mismo en el otro lado del mundo, en Delhi, en la India, con un grupo de mujeres que vienen revolucionando pacíficamente la forma en cómo, gran parte de la sociedad en donde viven las ve.
El cortometraje nos contextualiza, nos marca la cancha en la que entran a jugar estas mujeres. Es una sociedad donde la menstruación es mal vista, es un tema tabú, algo que ni las propias mujeres hablan naturalmente entre ellas. En en esa cancha, ellas salen a jugar contra una tribuna que canta y repite lo que desconoce. En esta cancha, ellas usan una estrategia increíble. Revolucionan desde algo que es propio de ellas. Y el tema que las margina los usan para mostrarse.
Este grupo de mujeres se propone abordar “su problema culposo” y lo convierte en una posibilidad tremendamente potente. Así la menstruación la usan para generar diálogo entre ellas, para entenderse y darse a entender. Lo convierten en un vehículo de movilidad social, porque descubren que, en su culpa, nunca han usado toallas higiénicas y parten a fabricarlas, publicitarlas y venderlas ellas mismas.
La transformación que se comienza a ver en ellas es una demostración de cómo el trabajo dignifica y empodera. Cómo genera posibilidades de innovación y retroalimentación.
Pero en el fondo, lo que queda, lo que nos toca a quienes vemos desde este lado del mundo, es una comprobación de que tenemos una deuda histórica con la mujer, que lo que pensamos hoy mismo es consecuencia de pequeñas revoluciones en años anteriores. Que lamentablemente hubo lucha porque no fue orgánico el desarrollo del pensamiento que hoy tenemos de la mujer. Que le debemos a ellas mismas la posibilidad de tener esta perspectiva, porque lucharon por ello. Y que terriblemente, aunque hoy tenemos la posibilidad de ver y entender a la mujer, el lastre de las sociedades machistas y patriarcales aún merma nuestro raciocinio y no les damos el lugar que merecen.
El documental es ameno, emotivo e interpelante. Bueno para verlo, mejor para hablarlo, perfecto para recomendarlo.