Cuídense Zuckerberg, Twitter, Google y cualquier personalidad que haya hecho su marca en el mundo de la World Wide Web, porque “Odio Internet” llegó cargado a la ironía y el humor negro para mostrar el lado más oscuro del otrora maravilloso Internet.
“Odio Internet” podría fácilmente llamarse una novela, pero también agrupa otros estilos como el ensayo y el monólogo, lo que la hace un título atractivo y dinámico de leer.
La trama gira en torno a las historias paralelas de Adeline y Ellen. La primera, recibe una serie de amenazas debido a sus opiniones personales en las redes sociales y la segunda debe huir de su ciudad tras la difusión de un video íntimo en donde es protagonista. Ambos temas en plena contingencia y de los que somos testigos o protagonistas a diario.
A pesar de ser un libro que constantemente te arroja miles de datos, que en momentos pueden parecer abrumadores, la estructuración de los capítulos está hecha de tal manera que la lectura no se ve entrampada por este hecho y podemos disfrutar de la historia del trasfondo sin problemas.
“Odio Internet” mezcla sin pudor la ficción y la realidad, pero aún así, logra mantener un escalofriante nivel de realidad en sus páginas que se torna como una alarma ante el poder de Internet sobre nuestras vidas y nos hace replantearnos si esta herramienta nos daña, más que nos beneficia.
Pero no todo es drama y conflicto. El libro también contiene momentos que te sacarán más de una risa en una historia que termina siendo más que nada, sobre la amistad.
Nuestra obsesión por Internet nos golpeará en la cara en “Odio Internet” y libros así son los que cierran la brecha entre la era digital y lo offline.