Prepárense para un nuevo universo cinemático. No tiene una historia continua, personajes recurrentes o un estilo reconocible. Nop. Son solo perros, lo único que sus cintas tienen en común son perros. Así es. Quizás son los mismos perros, se preguntarán. Tampoco, de hecho ni siquiera son los mismos estudios haciendo las películas. Este filme es Sony, por lo que jamás se conectará con A Dog’s Purpose (2017) o la secuela de esta película A Dog’s Journey (2019), la cual se estrenará en mayo (recordemos que el título en ingles de esta película es “A Dog´s Way Home”). ¿Es todo esto una estafa diseñada para engañar a la gente que le gustó la primera? No legalmente, pero vaya que está cerca.
No quiero sonar como que odio el mero concepto de que un perro esté en una película, quién no ama a los perros, son criaturas adorables, pero si quieres hacer una película sobre ellos necesitarás más que simple ternura para convencerme. Muchas de estas películas tienden a caer en manipulaciones emocionales tan obvias que es imposible tomarlas en serio. “Aww mira al perrito lindo… ¡ay no! El perrito está triste!” Si pueden con una hora y media de esto por favor vayan a ver “Mis huellas a Casa” pero si buscan aunque sea un poco más en sus películas, eviten esto como la plaga.
“Mis Huellas a Casa” no tiene absolutamente ninguna vergüenza en manipularte, no le interesa contar una historia o crear personajes memorables. Sabe que con mostrar un perrito triste ya se ganó a la mitad de la audiencia. Cualquier personaje que ame los perros es un santo y cualquier persona que no les guste es el diablo en persona. La sutileza de esta película está a nivel de propagandas religiosas como God’s not Dead.
Y no me vengan con la excusa de que es una película para niños, los niños merecen algo mejor. Hay por lo menos 2 películas en cartelera ahora (Nacido para ser Rey y The Lego Movie 2) que tratan a los niños como personas inteligentes y capaces de comprender una historia. No me imagino como un niño podría mantener la atención durante toda esta cinta. Incluso es CGI luce como digno de una película de 1998. Con todo esto, sumado a lo del título, no puedo evitar imaginarme a todos estos ejecutivos riéndose detrás de la sala mientras cuentan sus billetes.
Es posible obtener diversión irónica de un par se secuencias en esta película si tienes el sentido del humor correcto, especialmente las escenas del vagabundo, y es verdad que los entrenadores de estos animales hacen un trabajo excelente controlando a estas bestias. Pero es tan transparente en sus intenciones, tan desesperada por tus lágrimas y, lo peor de todo, tan descuidadamente hecha que no puedo recomendársela a nadie sin algún grado de ironía. Basta con ver el tráiler para notar errores de continuidad, manipulación digital en la cara de los perros para que parezca que están actuando o simplemente los terribles modelos 3D de los pumas y lobos.
Hay buenas películas sobre perros, especialmente en el mundo animado, solo hay que salir a buscarlas. Pareciera que desde “Hachiko” todas son pseudo-dramas donde los perros son la criatura más noble del mundo. Supongo que tampoco puedes esperar mucho del director de “Air Bud”. Ubicaré a “Mis Huellas a Casa” en el lugar número 13 de las 15 películas de 2019 que he visto, arriba de “The Upside” y debajo de “Glass”.