Hemos perdido a lo largo de los años a las voces importantes de la cultura. Aquellos embajadores que nos ayudaron a reírnos de los malos momentos de la vida. Se perdió cultura y se perdieron voces, hasta ahora que Fernanda Frick, nos presenta “Trazos.
Soy seguidora de las novelas ilustradas, me fascina su narrativa, casi es un realismo mágico con un punto exótico, y tengo una amplia colección en casa, pero aún no había leído nada de Fernanda Frick. ¿Qué puedo decir de su novela gráfica “Trazos”? Maravilloso. No se me ocurre otra manera de describirlo, me ha emocionado a más no poder. Hay libros que llegan en un momento de tu vida en la que la magia hace que sus palabras te lleguen al corazón, te reconforten y te animen, y ese ha sido el caso de este libro. Me he sentido arropada por él, parecía que muchas de las cosas que le pasaban a la protagonista y mucho de lo que le dicen algunos de los personajes estaban diciéndomelas a mí para darme ánimos.
Este es un libro que nos hará llorar, reír, suspirar y, en general, nos llegará al corazón. Lo recomiendo especialmente a quien se sienta un poco desanimado, pues la magia le envolverá para hacerle sonreír y el libro le gritará a voces palabras de ánimo por doquier. Una lectura MUY recomendable, cuya única pega es…que termine. Me hubiese quedado gustosa entre sus páginas esperando que su protagonista Simona me concediese también a mí un mural igual al que hizo para su primera presentación.
En “Trazos” nos iremos por un viaje no sólo de superación personal y de reencontrarse a uno mismo, si no que además tocará un tema que a mi me llama muchísimo la atención: Sacar tus propias y equivocadas conclusiones.
¿No les ha pasado que, a veces sin quererlo, vuelcan sus deseos y lo que necesitan en las expectativas de los demás, y como no es capaz de darnos lo que queremos nos traumamos?
Me gusta como ha tratado la autora el tema de las expectativas, los sueños y las ilusiones cuando empiezas tu vida laboral, y como cuando va madurando comienzas a hacer sacrificios, y muchas veces hay que adaptarse y los estándares de lo que habías soñado tienen que acortarse… No sé ha sido un libro perfecto.