Interesante es que una saga que tiene casi 20 años desde su lanzamiento puede enseñarle uno que otro truco a los creadores de juegos de hoy. Hace poco recomencé mi aventura en esta épica odisea espacial, donde tomas el control de John 117, mejor conocido como Master Chief.
Esta saga a dado a luz a 5 juegos principales y a más menos el mismo número de spin offs como Halo Wars, ODST y Reach, sin contar todo el material que existe enriqueciendo la trama como incontables novelas y cómics. Bungie fue capaz, como siempre lo ha sido, de crear un universo lleno de misterios, secretos, personajes y aventuras que valen la pena contar, y aunque no lo crean Destiny también está lleno de estos detalles, más allá del problema que el juego sea una mierda.
Halo: Combat Evolved
Hay muy pocos juegos que recuerdo tan vívidamente como Halo: Combat Evolved. Lanzado para Xbox el 2001, Microsoft apostó por Bungie para generar este juego y vender su nueva consola que entraba a competir con la increíble PS2 y la nunca bien ponderada Game Cube. Adivinen: instant classic. El efecto generado por este juego trascendió todo lo que se había esperado de él, vendiendo consolas como pan caliente, y hasta la fecha se han lanzado números que indican ventas por sobre los 4.6 mil millones de dólares por toda la franquicia a lo largo de estos 18 años.
Partamos por lo que separó este juego del resto: el enviciante multiplayer. La Xbox venía preparada desde su lanzamiento para conectarse por internet y conectar 4 controles. Halo CE me recordó instantáneamente el estilo brutal, rápido y dinámico de las partidas de Quake, pues debido a sus mecánicas, no usaba HP como los FPS clásicos: tenías una barra recargable de escudo y luego podían drenarte vida. Esto obligaba a que fueras mucho más agresivo: quedarte quieto tomando cubierta significaba una muerte segura por que tus enemigos tomaban mucho más de 2 o 3 disparos certeros en la cabeza, exceptuando los rifles sniper. Moverte, cambiar de arma, utilizar bien el espacio y saber cuando atacar, Halo CE fue un festín de partidas que disfruté sin poder aburrirme.
No obstante, lo que más me atrajo fue su historia y personajes. Este juego parte con una trama de lo más simple: estás a bordo del Pillar of Autumn y fuerzas alienígenas conocidas como el Covenant están empecinados en acabar contigo y toda la humanidad. Debido al peligro, despiertan a Master Chief del criosueño para tratar de escapar de la nave con la IA a bordo, que por cierto es una de las más avanzadas: Cortana. A pocos minutos de salir de un salto ciego al hiperespacio, llegan a la órbita de un extraño planetoide artificial con forma de anillo, y deciden aterrizar ahí de emergencia dado que la nave Covenant es muchas veces más poderosa y rápida que el Pillar. Así parte Halo CE, nada más, y luego en el juego todo transcurre en este platenoide llamado Halo.
Quizás la premisa y trama completa del primer juego no lo sugiere, pero el lore de este universo ficticio es mucho más completo. El pillar escapaba de Reach, un planeta cuya historia generó un juego completo. La humanidad, hasta antes de hacer contacto con el Covenant, estaban sumergidos en una guerra interna entre colonias y la Tierra, lo que llevó a la experimentación y creación del programa Spartan. Hay tanto material externo al juego contando estas historias que no deja de ser increíble lo que Bungie logró crear, creo que ni ellos se lo pensaron así en 1997 cuando comenzaron a diseñar Halo, que al principio iba a ser un RTS.
Por qué este juego se volvió un clásico? Buena pregunta, pero creo que podemos responderla: Bungie fue capaz de involucrar al jugador en algo que parecía más grande que ellos. Halo CE te lleva a distintos paisajes, situaciones, contextos donde te sientes parte de algo más grande que la vida misma. Master Chief comienza salvando a Cortana, pues su captura significaría que el Covenant descubriría la ubicación hiperespacial de la Tierra. Reagrupándote con el resto de la tripulación, estarás peleando en distintos escenarios: clásicas etapas de pasillo, escenarios abiertos con objetivos no lineales, paseos por campos de batalla donde participar es totalmente un elección del jugador y un final increíblemente épico, mucho menos esperado.
La trama va complicándose conforme avanzas, pero no parece forzada, no es algo que llega de pronto y no esperabas como si quisieran subvertir tus expectativas como toda la basura moderna trata de hacer (te odio Last Jedi…). Es un juego inteligentemente armado para que el jugador no se olvide que su misión es salvar a la humanidad, a costa de cualquier cosa.
Y, detalle que nunca debe uno olvidarse, la campaña puede ser jugada en cooperativo: este detalle no menor hace de la experiencia algo INCREÍBLE. El juego está tan bien pensado que todo el juego puede ser disfrutado en la compañía de alguien y no pierdes en ningún momento la emoción. Recomiendo fervientemente disfrutar este juego con amigos/familiares, y en dificultad heroic por lo menos.
Ok, este siguiente punto es un estandarte en toda la saga, y es que el compositor Martin O’Donnell es el puto amo. Escuchen esto:
Comienza como un canto gregoriano, suave y placentero, y de la nada sale la percusión y empieza a escalar, imagina escuchando esto mientras abres tu camino entre los enemigos, pocos juegos han logrado esa sensación. La banda sonora de Halo es una obra maestra, y honestamente no tengo palabras para describirla…
Debo reconocer, que después de revisitarlo nuevamente hace unos días, es posible que las sensaciones de hace unos años no sean las mismas. Y es que hay varios elementos de la campaña que no han envejecido muy bien: muchas veces me encontré perdido en medio de un mapa enorme y llegaba sin querer al final de la etapa, sin la llave o habiendo gatillado el evento necesario para avanzar, lo cual me obligaba a retroceder y buscar el pasillo o puerta que no diferente en ninguna forma para encontrar lo que me faltaba.
Por otro lado, el juego recurre frecuentemente a llenarte la etapa de enemigos que no dejan de aparecer, algo así como un suppression room de WoW, que si bien no me molesta en principio, es una mierda cuando estás perdido: una cosa es generar tensión cuando se necesita, otra es no guiarte en nada y tener que morir mil veces hasta encontrar la puta ruta… Muchos de estos errores fueron corregidos exitosamente en los Halos futuros, pero no dejan de ser puntos importantes. Ahora bien, me ocurrió sólo un par de veces lo cuál hizo de la aventura algo totalmente llevable, pero prefiero dejar todo bien documentado.
A pesar de todo, amo Halo CE y lo considero una obra maestra (get it? MASTER Chief? Gracias, gracias estaré toda la semana aquí), es un juegazo que disfruté de principio a fin, y aunque en primera instancia lo jugué apenas salió para PC, pude revivirlo hace unos años gracias al Master Chief Collection y su remasterización, que trae un sin fin de mejoras gráficas que hacen de la nueva visita a la instalación 04 mucho más agradable. Lo genial es que puedas apretar el botón secundario en el control de la Xbox One y cambiar sin ningún problema del motor viejo al nuevo: es increíble ver esa dicotomía y si bien la versión remasterizada salió el 2011, no deja de impresionar lo que se ha avanzado. Este opción también está presente en el Halo 2 de la colección, y es muchísimo más impresionante. Ya vendrá la segunda parte con Halo 2 y luego 3, por mientras los dejo pensando con este increíble título.