No tengo memoria de que algo así haya pasado en por lo menos los últimos 20 años. Que alguna compañía haya sido capaz de lanzar dos juegos con un puntaje altísimo, apuntando a ser juegos de culto por años, en un mismo año. Anoten el 2017, el año en que Nintendo lanza Legend of Zelda: Breath of the Wild y Super Mario Odyssey (SMO).
Mario recargado
Siempre me causa una sensación de miedo empezar un Mario nuevo. Han sido tantos ya que mis expectativas no las puedo expresar simplemente en bueno o malo… Sino en qué será el nuevo twist. Si han jugado ya Super Mario 64 (M64) y Super Mario Sunshine (SMS) ya empezarán a saber para donde voy, pues SMO es nada más y nada menos que el hijo híbrido en estos grandes clásicos juegos del plomero italiano, pero con algo más… Algo nostálgico.
Nintendo no tiene un pelo de huevón: Incluyeron secciones, de lo que hoy en día se ha vuelto (y no en forma de chapitas) una sensación al estilo “blast from the past”, de plataforma en 8 bit del mismísimo Super Mario Bros. clásico de NES. Además, la movilidad genial y simplificada de SMS, con toques de sorpresas y mecánicas vistas en M64. Seré honesto al decir que poco y nada jugué de los Mario Galaxy, pero amigos me han confirmado que no es que hayan tomado mucho de estos juegos.
Cappy, el nuevo integrante
La nueva mecánica de este juego viene de la mano de Cappy, el sombrero mágico que acompaña a Mario en su aventura. Bowser, NUEVAMENTE, ha capturado a la princesa Peach, y esta vez con toda la intención de casarse con ella (no entiendo como eso funcionaría… Maldita regla 34). A su vez, Bowser capturó a otro sombrero mágico del pueblo de Cappy, y por eso se une a Mario dándole sus poderes para formar un notable equipo (ya les empieza a sonar SMS no?).
La gracia de Cappy es su poder ataque y movilidad. Mario lanza a Cappy y puedes atacar con él a los enemigos, dejándolos aturdidos o simplemente golpeándolos si son débiles (Mario ya no golpea mucho como en M64). Pero el verdadero poder de Cappy está en capturar enemigos: Al lanzar a Cappy a un enemigo específico, Mario toma poder de éste y puedes realizar acciones o alcanzar lugares que normalmente Mario no podría. Claramente, esta es la faceta más entretenida de todo el juego, y se disfruta mucho descubriendo nuevos lugares y mecánicas gracias a Cappy.
Even flow (8)
Lo mejor de este juego es el flujo. Usualmente pasaba en M64 y SMS que al tomar una estrella o sol, Mario salía de la etapa y tenías que reentrar para ver que cambió y donde estaría el próximo objetivo. En SMO, todo es mucho más fluido y mejor pensado para evitar tener que reaprender toda la etapa de nuevo, dado que cada luna que pillas simplemente se guarda y sigues en la etapa. Cada vez que cumplas con un gran objetivo se muestra en que zona del mapa podría estar la próxima pista, y gracias a la inclusión de puntos de warp, puedes moverte rápidamente en las expansivas etapas que este juego nos ofrece.
Por otro lado, lo que más amaba de SMS eran esas etapas donde dejabas a tu acuático amigo e ibas a la aventura con Mario en puzzles dignos de los Mario Bros. de NES clásicos pero versión 3D, con una notable inclusión a versiones a capella de la música clásica. En SMO incluyeron exactamente la misma idea de estas etapas, generando nuevas zonas bonus para encontrar lunas ocultas.
Llevando a Mario por el mundo
El nombre de Odyssey no es gratuito: Nintendo quiso llevar a Mario a lugares que no había visitado antes. La inclusión de una ciudad real, desiertos, lagos, bosques, etc. Es lejos la aventura más ambiciosa de nuestro fontanero.
Los paisajes aprovechan al máximo el uso del hardware de la Switch, y hasta en modo portátil no pude detectar mayores problemas de framerate. Colores vivos y etapas con diseños simpáticos, típico de Mario es cierto, pero al igual que en muchas cosas me recuerda mucho a M64 cuando vimos por primera vez a Mario en 3D llevándonos a distintos lugares por esas pinturas mágicas. Odyssey hace lo mismo, y de manera magistral, debo añadir.
Todo bueno, poco que criticar
Cuando vez estos puntajes irreales que SMO ha logrado obtener fueron publicados, debo admitir que fui escéptico. Es más, empecé a jugar SMO con un ojo mucho más crítico, pero 10 horas después no podía parar de jugar el bendito juego! Es lo que todo juego de Mario logra, generar esa adicción sana a la aventura y a saber que hay más allá. Quizás lo más criticable es el hecho que en sí el juego es muy fácil, pero vamos… Cuando un Mario ha sido difícil.
Siendo más específico, la verdadera dificultad de SMO radica en obtener el 100%, al igual que LoZ: BotW. Cada mundo tiene 100 monedas únicas a coleccionar, los gorros y trajes de Mario que puedes ir comprando, y claramente el hecho que 900 lunas en el juego para encontrar.
El hype es real, el juego es increíble, si tienes Switch déjate de pavear y cómpralo.