Tenía unos 9 ó 10 años cuando entré a mi querido establecimiento de Arcades (ir a los videos le decíamos) y veo una máquina diferente, adornada con rayos y personajes que no había visto. Me acerco más y veo en la pantalla a dos ninjas peleando en un templo tétrico contra un monstruo alto de cuatro brazos, que parecía sacado de un sueño retorcido. Los ninjas saltan de un lado a otro mientras pelean y uno le lanza un arpón al otro para acercarlo y golpearlo; al hacer esto sale… SANGRE Así conocí Mortal Kombat.
Tengo mis añitos y, por el relato anterior, sabrán que he visto muchas cosas old school, pero MK marcó un antes y un después; antes de MK los padres nos dejaban jugando con nuestras consolas o nos ejaban quedarnos con el vuelto del pan para ir a jugar donde no faltaba el tipo veintiañero que iba a puro vencer a un niño en el Street Fighter, con un pucho encendido y la actitud de rockero (cuando eso significaba algo realmente rudo). Pero, fue tan relevante porque no existía esa clasificación que hoy nos dice si algún título es adecuado para tal o cual edad, y porque puso la vista en los videojuegos que retrataban violencia de verdad (no esa que ridiculizan con Itchy & Scratchy en Los Simpsons). Los padres se pusieron aprensivos sobre que compraban o sobre que jugaban sus hijos con las maquinitas.
Volviendo a MK, en su momento fue un juego que nos impactó con su tema, en un mundo donde no había otro imperdible de los juegos de pelea que no fuera Street Fighter II (y que muchos años no sacó más que reediciones del mismo título); innovó con la posibilidad de rematar a tu oponente, para sacar unos puntitos más y salir en la pantalla de Tops Scores ese día. Los personajes eran oscuros y extraños, con backgrounds un tanto simples pero que tenían un gran carisma; creo que el hecho de que hayan estado modelados de personas reales nos hacía pensar que podríamos llegar a conocerlos (o de besar a Sonya, todos queríamos besar a Sonya).
Si a estas alturas del post te preguntas que es MK, te diré que es un video juegos de peleas que nos presenta un torneo donde el premio es la salvación de la tierra, para ser más especifico, el reino de la tierra que quiere ser conquistado y que por las reglas místicas de unas deidades antiguas, solamente, puede ser tomado si los luchadores escogidos por ese reino pierden una cantidad de veces el torneo que se repite cada cierta cantidad de tiempo. Y esta es nuestra última oportunidad, nuestra última esperanza. Es así que se nos presentan algunos campeones, que todos tienen diferentes motivaciones para presentarse, algunos sin saber que el destino de todos está en sus manos, pero la mayoría con ganas de saciar su codicia o ansías personales de venganza. La lista comienza con quien se convertiría en el ganador del torneo, Lui Kang, un luchador que es una referencia clara a Bruce Lee, por su aspecto enclenque, pero muy hábil con las patadas; y que es el descendiente del último campeón humano del torneo, o sea, está destinado a ganarlo. Jhonny Cage, un actor que le gustan mucho las luces, incluso en su imagen de selección sale con lentes oscuros y posa para la foto cada vez que gana un round, y que sus intenciones son demostrar que no es de cartón, ganar el torneo le daría el respaldo necesario para demostrar que él es más un luchador que un actor (una referencia a Jean Claude Van Damme, creo que sabemos que tipos de películas les gustaban a los creadores). Kano, un traficante de armas, el tipo malo y rudo líder de un grupo de terroristas, con un ojo robótico y que se une con los villanos del torneo para surtirlos de armas en la eventualidad de que venza el mal y el tipo corte su pedacito de reino. Sonya Blade, la chica del grupo que viste ropa deportiva de la época, calzas y un top del mismo tono con polainas y una banda en la cabeza para el sudor, como chica que va a hacer ejercicio, sin embargo es una policía que va tras la pista de Kano. Sub Zero, un ninja de un clan secreto que manipula el hielo y que es contratado como sicario para vencer a los guerreros de la tierra; junto con él está Scorpion, otro ninja vestido igual que Sub Zero pero con otro color y que fue asesinado por este primero y regresa del infierno para vengar su propia muerte (los favoritos de todos y personales también). Finalmente, nos presentan a Raiden, el dios del trueno y protector de la tierra que reúne a todos los luchadores para enfrentarse a los quienes quieren conquistar todo. Los jefes están a la altura de las circunstancias: primero está Goro, que te lo presentan con un príncipe mitad dragón, pero es un engendro lleno de músculos y de 4 brazos, y que con un golpe te eleva sobre la visual de la pantalla. Y, Shang Tsung, un anciano canoso que se mantiene vivo por miles de años robando almas de guerreros caídos y, no conforme con eso, se transforma en todos los guerreros para enfrentarte (incluso Goro). Todo eso hizo de Mortal Kombat un clásico casi instantáneo, que tiene más 10 versiones diferentes, casi todas de peleas, algunas otras de plataforma y aventura. Nos introdujo personajes que hoy no podemos olvidar fácilmente, que se vienen fácilmente a la mente si hablamos de juegos de pelea.
Los movimientos especiales, el hecho de que defendieras con un botón, los Fatality’s, los combates 2vs1 que debías sortear antes de enfrentarte al monstruo Goro y al brujo cambia formas Shang Tsung. Por eso y por mucho más, gracias Mortal Kombat.